Bloomberg.- Dígale adiós a la gasolina. El lento avance del mundo hacia los autos eléctricos está a punto de dispararse.
China, que representa un tercio del mercado mundial automotor, está elaborando un calendario para poner fin a los vehículos basados en combustibles fósiles, dijo el sábado el viceministro de industria y tecnología de la información del país, Xin Guobin, a un foro del sector en Tianjin.
Eso probablemente incorporará a China a la lista de Noruega, Francia y el Reino Unido que cambiarán a flotas totalmente eléctricas dentro del lapso de vida de la mayoría de los actuales conductores.
El anuncio es importante porque los actores más influyentes del mercado global automotor no han sido siempre las compañías sino que los gobiernos.
Los autos diésel representan cerca de la mitad del mercado en la Unión Europea y menos de un punto porcentual en Estados Unidos, en gran parte debido a los diferentes gravámenes que se aplican a combustibles y regímenes de emisiones.
Los carburadores han sido eliminados por las regulaciones en la mayoría de los mercados desarrollados porque la inyección de combustible –originalmente una tecnología más cara– resulta en una menor contaminación proveniente de los tubos de escape.
Las medidas tendientes a la electrificación de los autos del mundo han sido tentativas.
Solo 695,000 vehículos eléctricos se vendieron en 2016, según Bloomberg New Energy Finance, el equivalente de cerca de tres días de ventas en un mercado de más de 84 millones. Incluidos los que ya están circulando, la flota global automotriz asciende a alrededor de 1.000 millones.
Al mismo tiempo, la dirección de la tendencia es clara. El plan para la industria automotriz de China, publicado en abril, concibe vehículos que utilizan energías nuevas –eléctricos e híbridos–, lo que representa todo el futuro crecimiento de las ventas en el país.
Como los autos convencionales alcanzaron una meseta en los actuales niveles, las ventas de vehículos con energías nuevas ascenderán a 7 millones anuales en 2025. Hasta 800,000 estaciones de carga se construirán solo este año, según el periódico oficial China Daily.
Las directrices del gobierno requerirán que los fabricantes vendan el 8% de sus vehículos con motores eléctricos o híbridos a partir del año próximo, o que compren créditos para compensar la diferencia, y aumentará al 20 por ciento para 2025.
India, que se encamina a superar a Alemania y luego a Japón como el tercer mayor mercado automotor para 2020, está en una trayectoria similar.
Un grupo de estudios del primer ministro Narendra Modi, denominado Niti Aayog, apunta a que los vehículos eléctricos alcancen el 44% de la flota para 2030, y los está favoreciendo agresivamente con tasas de impuestos 31 puntos porcentuales menores que los aplicados a los vehículos híbridos y con motores de combustión interna en el marco de su nuevo impuesto a las ventas armonizado GST.
Francia y el Reino Unido, el sexto y séptimo mayor mercado del mundo respectivamente, planean eliminar las ventas de autos que no sean eléctricos para 2040, en tanto la pequeña Noruega aspira a alcanzar ese objetivo 10 años antes.
Ninguna de esas metas parece especialmente ambiciosa, dada la rápida caída que ha registrado el costo de las baterías.
En Estados Unidos y la UE, los autos eléctricos alcanzarán la paridad de precio con los vehículos convencionales, en función de la compra y los costos de mantenimiento y circulación, alrededor de mediados de la década de 2020, según BNEF.
La Agencia Internacional de Energía cree que el uso de petróleo en los autos de pasajeros ya más o menos ha alcanzado un pico, y solo el 7% del crecimiento de la demanda provendrá de ese sector para 2040.
El patrón se acelerará conforme los principales fabricantes de automóviles dedican una parte mayor de sus presupuestos de investigación y desarrollo –y, por lo tanto, fondos para grupos de lobby– a la transición hacia vehículos eléctricos.
Hasta el momento en que el primer Roadster de Tesla Inc. salió a la venta hace solo nueve años, Mitsubishi Motors era la única compañía automotriz importante que se tomaba seriamente la perspectiva de vehículos totalmente eléctricos.
Ahora, todo gran fabricante de automóviles está trabajando en coches impulsados a batería, e incluso los escépticos de larga data como Segio Marchionne, de Fiat Chrysler Automobiles NV, y R.C. Bhargava, de Maruti Suzuki India, han anunciado planes en semanas recientes.
A pesar del importante simbolismo de una prohibición, es improbable que los combustibles fósiles pronto pasen a ser ilegales en la vía pública. Los autos a gasolina y diésel aún se venderán en 2040, y probablemente también en 2050 y 2100.
Pero dada la creciente desventaja de costo y problemas de infraestructura cada día mayores, conforme cierren las estaciones de servicio para cargar gasolina o se transformen en puntos para recargas eléctricas, los motores de combustión interna se venderán solo a los entusiastas –como los autos deportivos de alto desempeño, los kits para automóviles y los coches retro de hoy.
El automóvil convencional no está del todo muerto todavía, pero sus días están contados.