Bloomberg.- Gran Bretaña se encuentra inmersa en la peor década para el crecimiento de la productividad desde comienzos del siglo XIX, lo que tiene “terribles implicancias” para el nivel de vida del país, advirtió un centro de estudios.
Los salarios por hora están en vías de ser un 5% más bajos de lo que se esperaba en 2022, lo que dejará los pagos por debajo de su nivel más alto previo a la recesión 15 años después del comienzo de la crisis financiera, dijo Resolution Foundation en un análisis publicado el lunes.
Mientras el ministro de Finanzas, Philip Hammond, da los toques finales al presupuesto que anunciará el 22 de noviembre, el regulador fiscal del Reino Unido ha señalado una importante rebaja para sus perspectivas de productividad tras años de cifras decepcionantes.
La economía podría ser 44,000 millones de libras (US$ 58,000 millones) más pequeña de lo que se pensaba anteriormente si la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria sigue el “pesimismo” de los pronósticos recientes del Banco de Inglaterra, dijo Resolution Foundation.
“Parece que el día del presupuesto traerá malas noticias sobre lo que tenemos el potencial de producir como país”, dijo Matt Whittaker, economista jefe del grupo independiente de investigación con sede en Londres. “Hacer frente a este ajuste sin precedentes del nivel de vida, con medidas en materia de vivienda y seguridad social, debe ser el centro de la respuesta del ministro”.
Si bien las revisiones al alza de los pronósticos de empleo y horas trabajadas deberían compensar parte del revés en los estándares de vida, el PBI por persona seguirá siendo 650 libras más bajo en 2022 que el proyectado en marzo por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, dijo el centro de estudios.
La pérdida de potencial productividad significa que la reserva de 26,000 millones de libras que Hammond apartó para ayudar al país a lidiar con Brexit podría reducirse a unos 14,000 millones de libras, aunque ese nivel de maniobrabilidad es consistente con el promedio desde 2010, dijo la entidad.
Las normas fiscales autoimpuestas exigen que Hammond reduzca los préstamos a menos del 2% del ingreso nacional en el periodo 2020-2021, con el objetivo de eliminar por completo el déficit a mediados de la próxima década.