Bloomberg.- Cuando los 100 días de negociaciones comerciales entre las dos mayores economías están por terminar, los funcionarios y ejecutivos chinos han estado recorriendo las tierras agrícolas de Iowa y haciendo lo que más podría atraer al presidente de Estados Unidos Donald Trump: negocios.
Los contratos firmados el jueves --para la importación de 12.5 millones de toneladas de soja estadounidense y 371 toneladas de carne de cerdo y de res-- pueden ser vistos como otro resultado del renovado impulso económico-diplomático iniciado por Trump y el presidente chino Xi Jinping en su reunión de abril en Florida.
Las conversaciones están rindiendo frutos: China está comprando nuevamente carne estadounidense después de una prohibición de 14 años, aprobando más productos biotecnológicos y aumentando las importaciones de gas natural de Estados Unidos.
Pero si las naciones pretenden hacer una reducción significativa en el déficit de US$ 347,000 millones de Estados Unidos que es objeto de la ira de Trump, podrían tener que seguir negociando más allá de los modestos acuerdos ya firmados.
“Acuerdos como la soja definitivamente crean condiciones favorables para las negociaciones”, dijo Gai Xinzhe, analista del Instituto de Finanzas Internacionales del Banco de China en Beijing. “Trump es un hombre de negocios y le encanta hacer negocios. Esto le dará a Trump algo que puede anunciar en casa. Pero, en última instancia, tomará mucho tiempo resolver el desequilibrio comercial”.
Las dos naciones han estado trabajando en “componentes comerciales muy importantes”, dijo Trump en París la semana pasada. Pero todavía puede haber obstáculos en la relación: ha amenazado con aplicar aranceles o cuotas a las importaciones de acero, lo que podría afectar a China y a otras naciones.
Funcionarios chinos han indicado que los 100 días de conversaciones se extenderán a más de un año. Mientras tanto, el diálogo económico integral (CDE, por sus siglas en inglés), liderado por el viceprimer ministro chino, Wang Yang, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, iniciará su primera ronda el 19 de julio.
El CED es un nuevo marco para las negociaciones comerciales y económicas que refuerza el anterior Diálogo Estratégico y Económico, que se formalizó durante la administración Obama, y la Comisión Mixta de Comercio y Negocio. Ambos fueron criticados por involucrar a demasiadas personas y tener muy pocos resultados.
Las exportaciones de China a Estados Unidos crecieron 19.8% en junio frente al mismo mes de un año atrás, según cálculos de Bloomberg. Las importaciones subieron 14.8%, dejando el superávit comercial mensual en US$ 25,400 millones y la cifra del año a la fecha en US$ 117,500 millones.
El CED resumirá los logros de los 100 días de conversaciones comerciales y discutirá lo que está por venir para el plan de un año, señaló Gao Feng, un portavoz del Ministerio de Comercio. Las dos partes también hablarán sobre coordinación económica, gobernanza económica global y asuntos de comercio e inversión, dijo.
“Los 100 días sobre todo se trata de negocios, digamos que usted importa esto y nosotros exportamos eso, pero el CED debe cubrir más terreno y temas más profundos”, afirmó Gai. No está claro si China será tan activa en el CED como en los últimos 100 días, dijo, y añadió que “todos están esperando” la diferencia que el nuevo diálogo podría hacer.
Agricultura, productos químicos
En las futuras conversaciones, es probable que China suscriba más acuerdos con Estados Unidos en agricultura, productos químicos y tecnología, al tiempo que abre más sectores de servicios, como contabilidad, publicidad y derecho, Wang Hanfeng, analista de China International Capital Corp. en Shanghái, escribió en una nota reciente.
