El proyecto de concesión de Campo Mar “U” se empieza a concretar, teniendo como elementos principales la creación de un club náutico asociado a la sede institucional y la marca del club.

Esto como parte del avance del proceso concursal del club Universitario de Deportes que sigue en el Indecopi por insolvencia, y que ya ha sido planteado a algunos inversionistas.

La eventual concesión incluirá la construcción de centros educativos, centros de salud, clubes recreativos, viviendas, entre otros (ver gráfico).

Gestión supo que el plazo estimado de concesión sería de 30 años como mínimo, y la ejecución debería realizarse en cinco años o menos, que permitirán al club un ingreso de al menos US$ 200 millones, y librarse de la deuda concursal.

Asimismo, fuentes del sector revelaron que existe un grupo financiero de capitales peruanos, que también invierte en supermercados, interesado seriamente en el desarrollo del proyecto.

Cambio de zonificación
Los predios que conforman la sede Campo Mar “U” están inscritos a nombre del club en registros públicos, y tienen la calificación de terrenos rústicos, y no cuentan con habilitación urbana. Actualmente, los predios se encuentran calificados como zona de habilitación recreacional, otorgada por la Ordenanza N° 1117-MML, que aprobó un reajuste integral de los usos de suelo para Lurín.

En ese sentido, el 29 de setiembre la administración del club solicitó el cambio a Zona de Reglamentación Especial (ZRE), para el desarrollo de proyectos de gran envergadura, debidamente planeados para recibir importantes inversiones.

La ZRE se relaciona con áreas de especial calidad urbanística, por su gran extensión, lo que permite una planificación racional, funcional y sostenible.

El área de Campo Mar “U” está conformada por los lotes A y B, con una extensión de 251,460 metros cuadrados y 250,558 metros cuadrados, respectivamente.

También se considera para esta habilitación la protección y conservación de áreas naturales, que se evidencia con la cercanía a la Reserva Natural Islas de Pachacámac, Océano Pacífico y la proximidad a un sistema de humedales.

Otra aspecto que se contempla en la ZRE es que se trate de una zona vulnerable con niveles de riesgo, que se justifica por ser una zona de peligro sísmico y de inundación por tsunami.

Lograr esta autorización se relaciona con tener un potencial de desarrollo urbanístico (accesibilidad vial, desarrollo industrial actual, entre otros).
La solicitud de cambio de zonificación se estima que se aprobaría a fines de mayo del 2018.