Es común escuchar a escolares y universitarios compartir su tiempo de clases con las aulas de algún instituto angloparlante. Y si bien el deseo por aprender un nuevo idioma es positivo y abre muchas puertas, el negocio desliza bajo el tapete una debilidad generalizada: No se aprende inglés en los colegios.
“Hoy el nivel de inglés al salir del colegio no es bueno”, señaló a Gestion.pe Ariel Fiszbein, coautor con Pearson del estudio “El aprendizaje del Inglés en América Latina”.
“Estudiar inglés de forma privada es costoso para gente de bajos recursos. Por eso resulta tan importante su enseñanza enlas escuelas”, advirtió.
En Perú, por ejemplo, el 40% de estudiantes de inglés lo hacen en instituciones privadas, según el estudio, que añade un promedio de US$ 20 la hora para estos alumnos.
Y si hacemos un poco las matemáticas, obtenemos el resultado de un negocio que no pretende frenarse en los próximos años.
Gonzalo de Cárdenas, gerente general de la Asociación Cultural Peruano Británica (El Británico, para los entendidos), reveló a Gestion.pe que anualmente este mercado mueve US$ 70 millones solo en Lima.
De hecho, las academias de inglés se presentan como un salvavidas de un malestar que aqueja a toda América Latina. Y el saldo es positivo, pues todos aprenden.
“La región se encuentra retrasada, en parte porque hay una escasez de docentes. Perú no es ni el mejor ni el peor” observó Fiszbein.
Una de las claves reside en el punto de Fiszbein: escasez de docentes. El estudio de Pearson aseguró que solo 27% de profesores de inglés en Perú tienen licencia para ejercer la actividad. Sí, 27% de los más de 15,000 maestros.
“Estamos tratando de expandir la enseñanza del inglés muy rápido. Formar docentes lleva mucho tiempo”, apuntó.