Al menos cinco de los 13 gobiernos regionales evaluados por la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios no superaron la regla general impuesta para la ejecución de las obras que demandarán la reconstrucción de los impactos que dejó el paso del Niño Costero, adelantó a Gestión.pe su director ejecutivo, Pablo de la Flor.
“Todos (alcaldes y gobernadores) quieren ejecutar, (pero) una cosa es querer y otra cosa es poder. Entonces, cuando empiezas a revisar cuál es el nivel de ejecución de gasto (de las autoridades regionales), si hay un problema”, refirió De La Flor.
Así que con miras a la óptima utilización de los S/ 23,338 millones que demandará la reconstrucción de las zonas impactadas por el Niño Costero y que está estipulado en el Plan para la Reconstrucción para los próximos tres años, se impuso una regla general.
“Lo que hemos hecho es establecer como criterio universal, un umbral de 75% de capacidad de gasto, es decir, trabajar con aquellos que han demostrado una capacidad de ejecutar su presupuesto de inversiones por encima del 75% en los últimos dos años porque mal haríamos en entregarle presupuesto para inversiones a una autoridad que no ha acreditado esa capacidad”, explicó.
Esta regla para dotar de recursos aquellas autoridades que ejecutaron más del 75% de su presupuesto permitió identificar a 95 alcaldes y 9 gobernadores quienes serán los responsables de llevar a cabo las obras que corresponden en su localidad.
Asimismo se trabajará con cinco ministerios: Vivienda, Agricultura, Transporte y Comunicaciones, Educación y Salud. Las que no superaron la regla impuesta por el Ejecutivo fueron Piura, Lambayeque, Tumbes, Cajamarca y Áncash. (Ver cuadro)
¿Se han visto conatos de conflictos sociales con las autoridades que no pasaron este umbral?
Mire yo creo que evidentemente hay una enorme frustración respecto a la situación que se vive. Ha sido un fenómeno dramático en sus consecuencias y hay una cuota de impaciencia, pero no perdamos de vista que esta no es una carrera de 100 metros sino una carrera de fondo, por lo que necesitamos avanzar con cuidado para hacer las cosas bien y desplegar este conjunto de iniciativas que hemos identificado, que involucran inversiones por S/ 23,338 millones, que es en realidad un esfuerzo inédito en materia de gasto público.
¿Qué están solicitando los alcaldes de las zonas afectas por el Niño Costero para que sean incluidos al Plan de Reconstrucción?
Lo que vengo recogiendo es un conjunto de propuestas y aspiraciones muy legítimas respecto de temas postergados que los propios alcaldes y gobernadores han querido abordar usando la plataforma de la reconstrucción como proyectos de plantas de tratamientos o sistema de agua, muchos de los cuales en realidad no habían sido impactados por el Niño Costero y hago esta precisión porque nuestro mandato únicamente se refiere a la reconstrucción y rehabilitación de infraestructura dañada por el fenómeno climático, pero no a la construcción de nueva infraestructura inexistente o que puede mejorar la provisión de servicios básicos.
¿Cómo se van a abordar estas solicitudes?
Me parecen que son solicitudes absolutamente legítimas y que merecen ser atendidos, pero hay otros mecanismos para hacerlos, por ejemplo existe un fondo de Agua y Saneamiento que maneja el Ministerio de Vivienda, que tiene como propósito cerrar esas brechas. Ese es el vehículo que debería usarse para atender esos requerimientos.
Tras la consulta a las autoridades regionales y locales del Plan de Reconstrucción, ¿qué etapa viene?
Estamos recogiendo las sugerencias y propuestas de los propios alcaldes con las que vamos a perfeccionar el Plan de Reconstrucción para llevar una propuesta final a consideración del Consejo de Ministros, que deberá aprobarlo el próximo miércoles 6 de septiembre, con lo cual queda expedito para su implementación. El Premier, una vez aprobado, lo presentará ante el Congreso, pero la partida de nacimiento es la aprobación en Consejo de Ministros.
Apoyo a la regiones
Pablo de la Flor indicó que en el caso de Piura, una de las regiones que no paso la regla impuesta, y a la que se destinará S/ 6,654 millones se le va dotar de especialistas.
“En el caso de Piura, en función a este presupuesto tan grande, lo que estamos considerando es apoyarlo con un mecanismo que vamos a usar para los ministerios que es implementar una oficina de Gestión de Proyectos con especialistas que ayuden tanto a los ministerios como a los gobiernos regionales con mayor cantidad de recursos y que no alcanzaron el 75% de ejecución de sus presupuestos, a ejecutar los proyectos”, indicó.
¿Cómo los ayudarán?
Los van a ayudar con todos los procedimientos de la preinversión y después con la ejecución de los proyectos. Este es un mecanismo que estamos contemplando concretamente con el gobierno regional de Piura que es uno de los gobiernos regionales que más recursos va a invertir. Asimismo, es muy importante precisar que, además de las oficinas de Gestión de Proyectos, estamos planteando la creación de Unidades Ejecutoras Especiales dentro de cada ministerio para ver única y exclusivamente los proyectos de la reconstrucción.
¿Cuál será la función de estas Unidades Ejecutoras Especiales?
Será un grupo muy pequeño de funcionarios que tendrán a su cargo la revisión y la aprobación de la preinversión de todos los proyectos. Entonces, vamos a trabajar con las oficinas de Gestión de Proyectos que van apoyar a estas Unidades Ejecutoras Especiales. La idea con estos dos mecanismos es cambiar la dinámica que hemos visto en el pasado en el sector público y darle mayor transparencia y dinamismo.
¿Qué otros regiones recibirán recursos similares a Piura?
El caso de Piura es excepcional. Piura está recibiendo S/ 6,664 millones. Luego se ubica La Libertad con S/ 4,030 millones, en tercer lugar Áncash con S/ 3,326 millones; Lambayeque con otros S/ 3,005 millones; Lima Provincias que tiene aproximadamente S/ 2,000 millones, de ahí le sigue Tumbes con S/ 719 millones, Ica con S/ 682 millones y las otras regiones con S/ 1,949 millones. El caso más importante de manejo presupuestal es el de Piura porque ahí se registró la mayor parte de los daños por el Niño Costero.