Fracasa reunión con bonistas de Venezuela y S&P declara default del país

Moody’s dijo que si bien Venezuela fue declarada en default parcial por el impago de intereses de sus bonos globales, “los tenedores aún podrían recibir el pago en los próximos días”.

(Bloomberg).- La gran reunión que sostuvo el lunes Venezuela con sus acreedores duró solo 30 minutos y no arrojó nada sustancial.

Para empeorar las cosas, S&P Global Ratings declaró al país en incumplimiento crediticio, mientras que Fitch Ratings mencionó pagos en mora ​​por parte de la petrolera estatal.

Las medidas de las agencias calificadoras de riesgo se conocieron después de un extraño espectáculo en Caracas, donde los inversionistas de bonos que acudieron a escuchar la propuesta de reestructuración del país se encontraron con una recepción con alfombra roja, saludo de la guardia de honor y bolsas de regalo llenas de chocolate y café producidos en el país.

Menos de 100 acreedores concurrieron al edificio de oficinas en el centro de Caracas, y al menos uno abandonó la reunión al darse cuenta que dos funcionarios gubernamentales sancionados por Estados Unidos estaban presentes, por temer a violar las normas que rigen las interacciones con ellos.

Pero esa persona no se perdió de mucho. No se anunció nada de importancia ni se resolvió nada de importancia, según los asistentes, que dijeron que se iban tan confundidos como llegaron respecto de las intenciones del gobierno.

El vicepresidente, Tareck El Aissami, fue el único funcionario de gobierno que habló, y dedicó la mayor parte de sus declaraciones preparadas de antemano a criticar a Donald Trump y a los financiadores globales que, según él, han conspirado para evitar que el país pague sus deudas a tiempo.

El Aissami prometió que Venezuela continuaría cumpliendo con sus obligaciones y trabajaría con los portadores de bonos para encontrar nuevas formas para pagarles, pero no ofreció propuestas concretas para la reestructuración.

El presidente Nicolás Maduro había convocado a los portadores de cerca de US$ 60,000 millones en bonos emitidos por el gobierno y la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) para comenzar una renegociación en momentos en que empeora la crisis de liquidez del país, las sanciones dificultan la transferencia de dinero y los pagos atrasados se acumulan.

Las reservas del Banco Central de Venezuela cayeron a un mínimo de 15 años y la producción petrolera se desplomó a su nivel más bajo desde 1989.

Durante el fin de semana expiró el período de gracia sobre US$ 280 millones en pagos de bonos, y el lunes por la noche Fitch Ratings declaró a PDVSA en incumplimiento y S&P hizo lo mismo con la deuda soberana del país luego que tanto el país como la petrolera se atrasaran en los pagos a los acreedores.

“El proceso de reestructuración de deuda, que la compañía pretende realizar, probablemente se prolongará debido a las sanciones restrictivas impuestas por el gobierno de EE.UU”, dijo Fitch en un comunicado. “Se espera que la posición de liquidez de PDVSA continúe debilitándose como resultado de los bajos precios del petróleo y los pagos del servicio de deuda a corto plazo”.

Moody’s en tanto señaló que si bien “ha concluido el período de gracia para el pago de intereses de los bonos de Venezuela con vencimiento en el 2019 y 2024 y los instrumentos se encuentran en default técnico, los tenedores de los bonos aún podrían recibir el pago dentro de los próximos días”, dijo Jaime Reusche, Vice President – Senior Credit Officer de Moody’s en un comunicado.

Agregó que “de ser así, esperamos que las pérdidas sean bastante limitadas y, no obstante, seguiremos monitoreando la actividad de pago en los días siguientes hasta el 20 de noviembre, cuando concluye el período de gracia para los bonos con vencimiento en 2025 y 2026”.

Pese a esto, desde Moody’s señalan que “pareciera no haberse debatido ninguna propuesta de reestructuración de la deuda clara por parte de las autoridades a principios de esta semana, aunque han prometido cumplir con sus pagos hasta que se alcance un acuerdo con los tenedores de bonos”.

El país, que alberga las reservas de petróleo más grandes del mundo, debía a los inversionistas alrededor de US$200 millones y no cumplió con esos pagos al término de un período de gracia de 30 días, dijo S&P en un comunicado en el que rebajó la calificación del país a SD. Asediado por los pagos en mora y un bajo nivel de liquidez, es la primera vez en los últimos años que el gobierno, cuya deuda en su mayor parte se negocia a cerca del 30% de su valor real, excede el período de gracia para el pago de su deuda.

Los bonos se desplomaron en las operaciones de Nueva York con algunos valores llegando a caer hasta seis centavos por dólar e impulsando el rendimiento de la nota de referencia al 2027 al 36.8%. Los precios siguen siendo un poco más altos que los mínimos históricos alcanzados el 7 de noviembre.

La deuda del gobierno venezolano ha perdido más del 20 por ciento solo en noviembre, en comparación con una caída promedio del 0.9% para los países en desarrollo, según el índice Bloomberg USD Emerging Market Sovereign Bond.

Los tenedores de los US$ 5,000 millones en bonos de Venezuela con vencimiento en 2019 y 2024 pueden organizarse para exigir que el país pague inmediatamente todo lo que se les debe y, en el futuro, los tenedores de la otra deuda de la nación, que tienen cláusulas de insolvencia cruzada, podrían optar por hacer lo mismo.

El martes, la Asociación Internacional de Swaps & Derivados (ISDA, por sus siglas en inglés) volverá a reunirse para considerar si los pagos en mora de PDVSA activarán contratos de seguro contra incumplimiento.

RELACIONADAS

ÚLTIMA HORA ver todas

BLOGS ver todos

Revolución digitalPablo Bermudez

Bye bye Dubai... ¡Bienvenido NEOM! (1 de 3)

Herejías EconómicasGermán Alarco

Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PED...

El Vino de la Semana

Pisco, amor por el Perú

Te lo cuento fácilAlumnos de la Universidad del Pacífico

Guerra en Ucrania: un breve análisis del fac...

Economía para todosCarlos Parodi

Estados Unidos y China

WALL STREET VER TODOS

Será noticia

JOSÉ ANTONIO MONTENEGRO