América Latina y el Caribe es una región líder en atraer inversiones a sectores clave para la lucha contra el cambio climático, indica un nuevo informe de la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo del Banco Mundial. De acuerdo al informe, se prevé que los sectores de transporte y de infraestructura climáticamente inteligente generen más de $1 billón de dólares en inversiones para 2030 en la región.
El informe Creando Mercados para Negocios Climáticos indica que para desarrollar el potencial y catalizar inversiones privadas se deben impulsar una combinación de reformas políticas y modelos de negocio innovadores. Ello contribuiría a que América Latina y los países en desarrollo puedan alcanzar los objetivos climáticos fijados en el histórico Acuerdo de París. Treinta y tres países en la región han firmado este acuerdo.
Se ha avanzado mucho. Cinco de los países más grandes de la región —Brasil, Chile, Colombia, México y Perú— lideran el desarrollo sostenible en sectores como el de las energías renovables, la infraestructura urbana ecológica y la eficiencia energética, así como el de las ciudades inteligentes. Costa Rica tiene como objetivo ser la primera nación carbono neutral para el 2021, y de contar con la producción de energía 100 % renovable para el 2030.
El potencial de inversiones es enorme: En México por ejemplo se indica que potencial de inversiones de ahora al año 2030 es de $791 mil millones de dólares, fundamentalmente en energía renovable e infraestructura urbana sostenible. En Argentina el potencial es de $338 mil millones de dólares, mientras que en Colombia es de $195 mil millones de dólares, En Brazil, el potencial de inversiones es aún mayor con $1.3 billones de dólares.
“El sector privado es la clave para luchar contra el cambio climático”, destacó el Director Ejecutivo de IFC, Philippe Le Houérou. “El sector privado cuenta con la innovación, el financiamiento y las herramientas necesarias. Está en nuestras manos ayudar a desbloquear una mayor cantidad de inversiones del sector privado, pero ello también requiere reformas gubernamentales y modelos de negocio innovadores, que en conjunto crearán mercados nuevos y atraerán la inversión necesaria. De este modo se podrá cumplir el compromiso fijado en París».
La apuesta por las ciudades inteligentes y la energía renovable
Con el 80 % de su población viviendo en las ciudades, América Latina y el Caribe es la región más urbanizada del mundo. La manera en la que crezcan sus ciudades será fundamental para alcanzar los objetivos de mitigación del cambio climático.
En el sector de la construcción se pronostica que los edificios verdes aportarán US$ 80 mil millones en oportunidades de inversión hasta el 2025. Países como Colombia, Costa Rica, México y Perú recientemente adoptaron códigos de construcción verde. Como resultado, se espera que los edificios nuevos en dichos países consuman entre un 10 y un 45 % menos de agua y de energía.
América Latina se transformó en líder en el desarrollo de sistemas de autobús de tránsito rápido (sistemas BRT). Ejemplos clave incluyen el sistema BRT en Curitiba, Brasil y en Buenos Aires, Argentina. Buenos Aires, que representa casi la mitad del PIB de Argentina y alberga seis millones de pasajeros cada día hábil, ha comenzado un ambicioso plan de transporte de $400 millones de dólares para impulsar la conectividad urbana, disminuir la congestión y reducir la contaminación reduciendo el uso de automóviles.
La urbanización de América Latina también impulsa la demanda de agua urbana inteligente y soluciones de desecho de residuos en la región.
Con respecto a energía renovable, las inversiones anuales en tecnologías de almacenamiento de energía en la región llegarán a $2 mil millones de dólares para el año 2025.
Los mercados de capitales también pueden ser verdes
A medida que los países movilizan capital para mitigar el cambio climático y financiar infraestructura verde, el mercado de bonos verdes se expande con rapidez. En el año fiscal 2017, IFC emitió 19 bonos verdes en seis monedas. En América Latina y el Caribe, las ganancias de los Bonos Verdes de IFC financiaron el año pasado $534 millones de dólares en compromisos de proyectos. De hecho, América Latina lidera todas las demás regiones en lo que respecta a compromisos de inversión de IFC en bonos verdes.
IFC también brindó apoyo a los esfuerzos innovadores del sector bancario colombiano para implementar instrumentos que amplíen el financiamiento para mitigar el cambio climático. Dos de los bancos más importantes del país, Bancolombia y Davivienda, se convirtieron en las primeras instituciones financieras privadas en América Latina en emitir bonos verdes, adquiridos en su totalidad por IFC.
Los fondos obtenidos —equivalente a aproximadamente US$ 265 millones- se utilizarán para financiar proyectos climáticamente inteligentes en el país, dando un ejemplo que podría alentar a otras instituciones financieras de la región a realizar emisiones de bonos similares.