CONSEJOS PARA EJECUTIVOS

Aquí presentamos tres formas en que puede sacar el mayor provecho de una asignación de corto plazo.

–Establezca metas. Al principio ponga por escrito lo que usted espera alcanzar durante su puesto, ya sea conseguir un puesto permanente o adquirir cierto tipo de experiencia (¡o las dos cosas!).

–Pida opiniones. Dígales a su jefe y a sus compañeros de entrada que le gustaría conocer sus opiniones conforme se va aclimatando a su nuevo papel.

–Lleve un diario. Cuando vea algo que sí funciona _ o que no funciona _ póngalo por escrito. Tomar notas de las lecciones aprendidas le da mayores posibilidades de irse con una auténtica perspectiva aunque haya sido una experiencia breve.

Adaptado de “Maximize Your Learning in Short-Term Assignments”, de John Coleman.)

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Tómese unas vacaciones para fomentar su productividad

Renunciar a las vacaciones puede valer la pena si eso contribuye al éxito, pero los estudios muestran que quienes toman más vacaciones de hecho tienen más posibilidades de obtener un ascenso o un bono. Así pues, ¡váyase! Planee bien, también: las vacaciones mejoran la energía y perspectiva al regresar solo si las planea por lo menos con un mes de anticipación y se va muy lejos del trabajo (se refiere a distancia física y emocional). Y no olvide relajarse. Unas vacaciones estresantes eliminan cualquier beneficio que pueda tener tomarse un tiempo libre.

(Adaptado de “The Data-Driven Case for Vacation”, de Shawn Achor y Michelle Gielan.)

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Trabajadores independientes: Prepárense para las vacas flacas

En la mayoría de las industrias, el trabajo por encargo suele ser esporádico, así que hay que planear para cuando baje. Reserve dinero siempre que pueda para capotear los periodos lentos. También considere la posibilidad de establecer una red de trabajadores independientes que puedan ayudarse en esas temporadas. Cuando tenga demasiado trabajo que hacer, pásele a sus colegas los que no pueda tomar; con algo de suerte, la próxima vez que usted esté en un periodo de sequía, podrá pedirles a ellos que hagan lo mismo. Y si no tiene tanto trabajo como quisiera, no se sienta abatido. Lleva tiempo, a veces de seis meses a un año, tener un flujo de caja continuo.

(Adaptado de “How to Become a Successful Freelancer”, de Amy Gallo.)

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Pídales a los clientes que se comprometan un poco a la vez

Cerrar un convenio de venta no es algo que deba hacerse al final de un proceso lineal. Es mejor escuchar las objeciones que hubiera desde un principio, para tener tiempo de hacer algo al respecto. Así pues, pídales a sus clientes que se comprometan a lo largo del proceso. Periódicamente pídales a los prospectos que confirmen estar de acuerdo con los datos o los objetos que usted haya mencionado, y después pregúnteles si estarían dispuestos a actuar en base de ese acuerdo mediante una acción pequeña, como transmitir la información a otras personas de su empresa. Si la persona se compromete, usted puede seguir adelante: si no, debe de identificar las objeciones o las barreras y lidiar con ellas. Por regla general, mientras más pronto pueda identificar las objeciones, es más probable que se dé la venta.

(Adaptado de “To Increase Sales, Get Customers to Commit a Little at a Time”, de Frank V. Cespedes y David Hoffeld.)

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Ayúdeles a sus empleados a sacudirse el mal humor

No es raro que la gente llegue a la oficina agobiada y molesta. Pero si los miembros de su equipo inicial el día de mal humor es probable que sigan así todo el día, lo que puede afectar su desempeño. Afortunadamente, es posible que el gerente los ayude a oprimir el botón de reinicio y a sacudirse el mal humor matutino. Por ejemplo, considere enviar en la mañana mensajes que impulsen la moral o celebrar una conferencia periódica del equipo para ayudar en la transición y experimentar un estado de ánimo positivo al empezar el día. Tenga en cuenta, empero, que su conducta puede contribuir al humor negativo e incluso empeorarlo. Evite celebrar reuniones intensas a primera hora de la mañana y no envíe un aluvión de mensajes en la noche para que la gente no tenga su bandeja de entrada atascada al llegar a la oficina.

(Adaptado de “How Your Morning Mood Affects Your Whole Workday”, de Nancy Rothbard.)