(Bloomberg).- “¿Cuánto gana en su empleo actual?” Para las mujeres, ¿hay alguna buena respuesta a esa temida pregunta de entrevista de trabajo?
Incluso no responder en absoluto puede afectar lo que las mujeres ganan, según comprobó un nuevo estudio. Cuando se pregunta a los solicitantes de empleo sobre sus salarios actuales, las mujeres son penalizadas por ser discretas, mientras que los hombres se benefician, según una encuesta de PayScale Inc., un sitio web que compara salarios.
Las mujeres comienzan su carrera ganando alrededor de 90 centavos por cada dólar que ganan los hombres, según datos recientes de Pew. La disparidad puede persistir durante toda su carrera, especialmente si sus salarios futuros se basan en los anteriores.
Incluso después de ajustarse por experiencia, educación y otros factores, las mujeres ganan un 5.6% menos que los hombres, le dijo a Bloomberg el jefe del sector de remuneración equitativa de Glass-Gate en abril.
Para combatir esa situación, Massachusetts, Nueva York y Filadelfia han dictado prohibiciones que impiden a los empleadores preguntar a los candidatos sobre su salario anterior, basándose en la teoría de que hacerlo empeora la brecha salarial para las mujeres y las minorías.
Pero la práctica sigue siendo legal y común en la mayoría de los lugares. Como resultado, muchos solicitantes de empleo obtienen asesoramiento para no divulgar su salario actual, incluso si se les pregunta.
En el estudio de PayScale, casi la mitad de los más de 15,000 trabajadores de tiempo completo encuestados dijeron que, en el proceso de ser contratados, se les había preguntado.
Pero las mujeres que se negaron a revelar la cifra finalmente obtuvieron ofertas de salario que eran un 1.8% más bajas que las dadas a las mujeres que lo revelaron.
Eso creó una brecha salarial del 3% entre los hombres y mujeres que se niegan a responder.
“Esto va en contra de los consejos que hemos estado dando a las mujeres”, dijo Lydia Frank, vicepresidente de estrategia de contenido de PayScale.
Tanto a hombres como a mujeres se les dice que eviten hablar de las cifras de salarios anteriores durante las negociaciones salariales. Se considera particularmente importante para las mujeres, que pueden acabar ganando menos que los hombres, porque también ganaban menos en un trabajo anterior, pero las conclusiones de PayScale sugieren que seguir el consejo también podría afectar a las mujeres.
Por lo tanto, al negarse a hablar de su historia salarial, ¿por qué las mujeres son castigadas por hacer lo mismo que permite a los hombres obtener un aumento salarial?
¿Por ser poco colaborativas?
“Al no responder la pregunta, se influye en el reclutador de la manera equivocada”, dijo Frank. Los entrevistadores a menudo quieren ver un espíritu de colaboración en las candidatas mujeres, agregó; se podría ver a un candidato que prefiere no responder como poco colaborador.
Los entrevistadores también pueden suponer que una mujer que se niega a informar su salario lo hace porque este es bajo. “Si se niegan a revelarlo, pueden dar la impresión de que no están contentas con su salario actual”, dijo Frank.
Algunos críticos de la prohibición de que los empleadores pregunten sobre la remuneración sugieren que aquella podría llevar a los entrevistadores a adivinar lo que la gente gana… y quizás a confiar solo en sus propios prejuicios, lo que podría dar como resultado más discriminación salarial. Algunos empleadores rechazan las nuevas reglas; Filadelfia fue demandada en los tribunales por su Cámara de Comercio.
Los defensores de la transparencia de las remuneraciones sugieren que los entrevistadores ofrezcan un rango salarial o mencionen una cifra realista para el puesto para el cual están contratando. “¿Qué tiene de malo que el empleador lo diga primero?”, pregunta Frank. “Nuestro consejo a los empleadores es que dejen de preguntar”.