Por Carolina Díaz.

Hace algunos años, el mercado le abrió las puertas a una nueva tendencia en educación, que inicialmente, no contaba con una demanda favorecedora.

Actualmente, con la importancia que el internet ha cobrado en la vida de las personas es posible encontrar desde tutoriales para aprender hacer el nudo de una corbata, hasta diplomados online con acreditación internacional.

El elemento de diferenciación que ofrece la educación online otorga al cliente una virtud que, para una gran parte del mercado laboral/educativo, puede ser muy benéfica: la flexibilidad en el manejo del tiempo y el espacio.

La generación Romero.
La fundación Romero, soporte del Grupo Romero en sus proyectos de responsabilidad social y comunicación estratégica, nace de la necesidad de incentivar la autonomía de las poblaciones más necesitadas a través de la generación de capacidades empresariales que permitan a las personas mejorar su calidad de vida.

Desde hace un año, esta fundación inauguró el Campus Virtual Romero, que tiene como objetivo desarrollar la primera plataforma de MOOC (Massive Online Open Courses) enfocados a temas de gestión empresarial para el segmento de estudiantes universitarios y de institutos alrededor del país.

El proyecto también pretende impactar a un público formado por microempresarios a nivel nacional que no tienen las herramientas teóricas ni el conocimiento necesario para impulsar el desarrollo de su negocio.

El primer módulo disponible en la plataforma es el de Plan de Negocios, el cual incluye cursos como: i) introducción al plan de negocios, ii) plan de marketing, iii) costos y finanzas y iv) operaciones. Para ello, la fundación ha logrado una alianza estratégica con la Universidad del Pacífico, con la cual desarrolló en conjunto el programa.

Apoyados por docentes especializados en temas de gestión empresarial, además de hacer uso de recursos tecnológicos y diversas herramientas audiovisuales, la plataforma aspira a convertirse en una fuente de información innovadora y espera otorgar, de manera personalizada y gratuita, conocimiento e información que despierte el interés de su público objetivo.

ISIL: un paso adelante.
El Instituto San Ignacio de Loyola nace bajo la premisa de la innovación constante. Es esta necesidad la que los ha llevado a crear y perfeccionar sus dos primeros diplomados online: Gestión de negocios de alimentación y bebidas y Marketing digital.

La elección de estos dos cursos responde a la alta demanda por parte de sus inscritos, por lo que son de los más exitosos en su modalidad presencial de entre los 19 que existen.

El proceso para transformar los diplomados al formato online fue realizado hace un año, luego de una investigación profunda que intentara definir las variables que harían exitoso un programa cuyo público objetivo estuviera dirigido a ejecutivos jóvenes.

“Una de las variables más importantes fue la facilidad de desplazamiento, principalmente por el problema que Lima tiene con el tráfico. Sin embargo, descubrimos que aún existe el paradigma respecto a que los programas online no son igual de completos que los presenciales y nos propusimos romperlo. Vimos este paradigma como una oportunidad”, comenta José Miguel Marchena, gerente de Educación Ejecutiva de ISIL.

Los programas de diplomado online cuentan con asesoría por tres frentes principales: un tutor experto, que se encarga de guiar el curso; un tutor inteligente, que representa la ayuda tecnológica que acompaña al participante controlando su avance para brindarle el apoyo necesario; y un consejero online, que se desempeña como coordinador permanente, y brinda soporte al alumno durante el desarrollo de todo el programa.

Reteniendo conocimiento.
En la actualidad, se habla acerca de la evolución y tendencias del e-Learning, de los beneficios y los aportes que ha realizado a la educación; sin embargo, hay muy pocos estudios que respaldan un fenómeno que afecta de igual manera a la educación tradicional, como lo es la deserción, en otras palabras, “tirar la toalla”.

Mara Seminario, gerente general de la Fundación Romero, afirma que una de las principales fortalezas de su programa de aprendizaje es la importancia de brindarle al estudiante una ruta clara que le permita alcanzar los objetivos trazados y mejorar la planeación de su tiempo de estudio.

“Una de las principales causas de deserción es la falta de comunicación y retroalimentación hacia el estudiante. Es importante generar interacción entre todos los actores del proceso, lo que se traduce en confianza.

Además, la creación de foros para promover las consultas y la socialización se vuelve un elemento básico, sin descontar la importancia de elementos audiovisuales. Ello nos ha permitido lograr un bajo porcentaje en deserciones”, afirma Seminario.

Por su parte, José Miguel Marchena, gerente de educación ejecutiva de ISIL, afirma que el correcto seguimiento del participante de un programa online es uno de los pilares que asegura su continuidad.

“En muchas ocasiones la persona abandona el curso sin que el docente a cargo o sus compañeros se percaten; es decir, se desmotivan de forma silenciosa y no continúan con los estudios. Es importante contar con un rol en la parte administrativa del curso. De esta manera, se podrá identificar las posibles causas que estén generando un indicio de deserción”, finaliza Marchena.