Los rumores son uno de los factores más tóxicos en una organización. Si usted es el blanco de los chismes, su posición en la empresa puede ser agobiante.
Y es que los chismes de oficina pueden ser una distracción. Sin embargo, cuando uno es el centro de atención, es difícil saber qué hacer o cómo reaccionar ya que una reacción o el decir algo indebido podría echar leña al fuego, de lo contrario si opta por ignorar los rumores, podría dañar su reputación y hasta tu carrera.
Recomendaciones de los expertos:
1. Si los rumores son inocentes o si la principal fuente de ellos no tiene suficiente credibilidad, es mejor ignorarlos. Dana Brownlee, presidenta de Professionalism Matters, una firma de capacitación corporativa con sede en Atlanta, recomienda no cometer el error de legitimar un rumor y convertirlo en algo más grande al mostrarse molesto.
Peggy Klaus, una asesora de carreras profesionales, trabajó hace poco con una gerente de una empresa de servicios públicos que había sido ascendida para supervisar varios equipos de técnicos. Los rumores que corrían entre sus subordinados sobre su falta de experiencia auguraban que la jefa sería trasladada.
Klaus le aconsejó hacer frente a sus subordinados y, si era posible, hacerlo con humor, por lo que la gerente se reunió con cada equipo y los hizo reír al decirles de manera muy informal: “He escuchado algunos rumores por ahí, claro, no de ninguno de ustedes, pero rumores al fin, de que no voy a durar mucho en este puesto. He escuchado también muchas cosas sobre mí, pero como hay hombres presentes no sería educado repetirlas”.
Añadió que contaba con que cada equipo le enseñara las destrezas técnicas que necesitaba y reiteró: “No me voy a ir. Si tienen alguna pregunta al respecto, vengan a hablar conmigo”. Luego de tomar esta actitud, los rumores disminuyeron.
2. No todos los chismes son malos. Algunas conversaciones en el espacio laboral pueden ayudar a aliviar el estrés o la frustración sobre injusticias percibidas. También puede presionar a los trabajadores egoístas o de bajo rendimiento a ser mejores.
Saber y compartir chismes es el arma de los empleados que carecen de poder para ganar influencia informal entre sus colegas.
3. Lo importante es no poner a las personas a la defensiva cuando se les habla de estar expandiendo rumores. Brownlee aconseja evitar usar la palabra “chisme”, porque es un término negativo. “El chisme de una persona es información compartida de otra”, dice.
En lugar de decir “he escuchado que has estado esparciendo el chisme de que tengo un romance con el jefe”, Brownlee, sugiere que se diga: “Sé que Bob y yo hemos estado trabajando hasta tarde en este proyecto, almorzando y pasando más tiempo juntos. Caí en la cuenta el otro día de que la gente podría empezar a pensar que hay algo entre nosotros. Por supuesto no creo que ustedes pienses algo así. Solo quiero dejar claro que eso está muy lejos de la realidad”.
4. Apoyarse en compañeros confiables que le cuidarán la espalda o serán sus defensores cuando no estés presente puede ser un escudo eficaz. Michele Woodward, una asesora de ejecutivos en Washington, aconseja mantener alianzas fuertes en tres niveles de la organización: arriba, por debajo y a tu mismo nivel.
Los gerentes de recursos humanos pueden intervenir para detener rumores que son falsos o dañinos. La mayoría de las compañías tienen políticas escritas que desactivan los chismes y requieren que la comunicación entre empleados sea positiva y profesional.
La propagación de un chisme hace varios años en Millard Group empeoró las tensiones de dos compañeros de trabajo que ya tenían diferencias, dice Paul Millard, socio gerente de la firma de reclutamiento de ejecutivos con sede en Connecticut. El incidente provocó que la firma estableciera una política escrita que insta a la comunicación abierta . Y Millard recuerda a los candidatos que optan a un puesto en la empresa que “no hay tiempo para los chismes”.
Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)