Las habilidades personales son el criterio que más se valora en un proceso de selección. Potenciar ésta y otras competencias como el trabajo en equipo aumentan las probabilidades de conseguir un empleo.
Experto en habilidades sociales, empatía y matrícula de honor en trabajo en equipo. Más de un reclutador contrataría con los ojos cerrados a un profesional graduado en unas capacidades que, en estos momentos, no garantizan ningún titulado cum laude.
Un informe publicado por la OCDE y ManpowerGroup refleja que un 45% de los candidatos a un puesto quedó fuera del proceso de selección por carecer de estas habilidades sociales.
Que la brecha entre universidad y empresa crece cada año es un hecho: las compañías tienen dificultades para encontrar determinados perfiles pese a una tasa de paro que roza el 20%.
La tercera edición del informe EPyCE, un observatorio de los cambios y tendencias anuales en las competencias y posiciones más demandadas en el mercado laboral español, identifica el sector tecnológico como el principal demandante de talento.
Saber cuáles son las capacidades y habilidades que requiere el mercado laboral, y cultivarlas a lo largo de toda la trayectoria laboral son los ingredientes de la fórmula mágica de la empleabilidad, lo que mantiene el atractivo laboral de los profesionales.
Equipaje imprescindible
El último Índice de Competitividad por el Talento Global de Adecco confirmaba este año la necesidad de incorporar talentos más suaves como la creatividad, la adaptabilidad y la capacidad de compartir ideas y trabajar en equipo.
Otro informe de este grupo de recursos humanos concluía que las habilidades personales constituyen, con un 92,5%, el criterio que más pesa en el proceso de selección de un candidato.
Le siguen el encaje cultural, las actitudes, las competencias transversales, las actividades extracurriculares, las habilidades técnicas y, en séptimo lugar, la especialidad y los másteres.
Una percepción que también refuerza la última investigación de la escuela de negocios EAE: las personas que se adapten al cambio con más facilidad, las que tengan mayor capacidad de análisis, las resolutivas y creativas que sepan motivar y gestionar equipos son las que alcanzarán el éxito.
Según el informe EPyCE, entre los sénior se impone el liderazgo como la competencia más valorada en la actualidad y en un futuro próximo; le sigue la visión y la orientación estratégica. En el caso de los más jóvenes, las empresas demandan compromiso, trabajo en equipo e innovación, por encima del dominio de idiomas.
Trabajar diferente
Lo más interesante de este panorama laboral es que los profesionales tendrán que acostumbrarse a trabajar de otra manera, aquella que demandan las organizaciones para ser más competitivas.
El trabajo en equipo, la creatividad, el espíritu emprendedor y la colaboración son sólo parte de las reglas del juego, los actores principales de un telón de fondo que marca los comportamientos de la convivencia laboral.
Sodexo trabaja con más de 10.000 compañías repartidas en 80 países, y las ha tenido en cuenta para elaborar 2017 Global Workplace Trends, un análisis que le ha permito identificar diez tendencias que cambiarán la forma de trabajar.
La primera de ellas es la agilidad, entendida como la capacidad para delegar y compartir responsabilidades; le sigue la colaboración, que tiene su reflejo en oficinas diseñadas para compartir espacio y recursos; el ‘design thinking’, que trata de poner al empleado en el centro de todo; y trabajar en un mundo sin fronteras.
El otro bloque lo componen la robótica, que plantea la obligación de compartir tareas con compañeros que no son de carne y hueso; el reto de convivir con varias generaciones; la cultura del bienestar; el ‘personal branding’, la marca que nos diferencia como profesionales; el compromiso de los empleados con el desarrollo sostenible; y, por último, el entendimiento con los ‘Millennials’ (nacidos entre 1980 y 1995), la generación que ha sabido coger el testigo del cambio que anticipó la Generación X.
Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)