Bloomberg.- Bayer AG y Syngenta AG volvieron a quedar bajo presión por sus pesticidas agrícolas neonicotinoides después que un estudio financiado por las empresas respaldó las acusaciones de que los químicos son responsables por dañar colonias de abejas.
El estudio fue publicado en Science, la revista académica de revisión colegiada, mientras el brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE) se prepara para proponer prohibir el uso de esos pesticidas en las zonas rurales del bloque comercial de 28 países.
Las colonias de abejas evaluadas en Hungría disminuyeron 24 por ciento en primavera y su supervivencia en el Reino Unido fue “muy baja en líneas generales” tras la exposición a colzas invernales tratadas con dos pesticidas: la clotianidina neonicotinoide de Bayer CropScience o el tiametoxam de Syngenta, afirmó en un comunicado el Centre for Ecology & Hydrology, autor del estudio.
Si bien no se detectaron efectos dañinos en las abejas que pasan el invierno en Alemania, el menor éxito reproductivo se vinculó a niveles crecientes de residuos de neonicotinoides en las colmenas de especies silvestres de abejas en los tres países evaluados.
“Los neonicotinoides investigados redujeron la capacidad de crear nuevas poblaciones al año siguiente en las tres especies de abejas, al menos en el Reino Unido y Hungría”, dijo el líder de la investigación, Ben Woodcock.
Prohibición
Los resultados son cruciales para la utilización de tales químicos en Europa en el futuro. Este año, Bayer y Syngenta se enfrentaron judicialmente a la UE por prohibiciones temporales de los productos.
La Comisión Europea redactó propuestas para ilegalizar en gran parte su uso fuera de los invernaderos. Aunque todavía no presentó las prohibiciones, la comisión envió anteproyectos de normas al Parlamento Europeo en marzo.
“Este importante estudio constituye un momento decisivo en la lucha para proteger nuestras abejas”, señaló el director científico de Greenpeace para el Reino Unido, Doug Parr. “Ahora los argumentos para prohibir permanentemente esos pesticidas son inexpugnables”.
Aunque el nuevo estudio demostró efectos negativos de los químicos, se los puede usar bien, según Woodcock. La capacidad de proteger plantas enteras con dosis bajas reduce la necesidad de rociarlas con insecticidas de espectro amplio y permite controlar pestes resistentes a otros controles.
“Podría haber oportunidades de mitigar los impactos negativos de la exposición de las abejas a los neonicotinoides mejorando la apicultura o la disponibilidad de plantas con flores para que las abejas se alimenten”, indicó.
Buenas prácticas apícolas y la plantación de márgenes de flores silvestres podrían hacer que el impacto de los neonicotinoides “sea mínimo o en algunos casos hasta positivo”, dijo Syngenta en un comunicado.
Bayer señaló resultados inconsistentes en diversos países y agregó que habían muerto demasiadas colonias en el Reino Unido para apoyar conclusiones científicamente sólidas.
“Bayer sigue convencida de que los tratamientos de semillas con neonicotinoides para la colza no tienen efectos negativos a corto o largo plazo sobre las abejas y de que son una herramienta útil y eficaz para los agricultores”, afirmó la empresa.