Bloomberg.- Cuando el responsable máximo de la compañía petrolera más grande de Europa dice que su próximo auto será eléctrico, está diciendo mucho sobre el futuro de los combustibles fósiles.
Royal Dutch Shell Plc respondió a la peor caída en los precios del petróleo en una generación con su compra por US$ 54,000 millones de BG Group Ltd., apostando a que la demanda de gas natural aumentará cuando el mundo se vuelque a los combustibles de combustión más limpia.
Ahora, el máximo responsable, Ben Van Beurden, dice que su próxima compra será un auto que no dependa ni del petróleo ni del gas para funcionar.
Van Beurden pasará de un auto diésel a un Mercedes-Benz S500e recargable en septiembre, dijo un portavoz de la compañía. La directora financiera, Jessica Uhl, ya tiene un auto eléctrico BMW i3.
“Toda la movida para electrificar la economía, electrificar la movilidad en lugares como el noroeste de Europa, en los Estados Unidos, incluso en China, es buena”, dijo Van Beurden en una entrevista en Bloomberg TV.
“Necesitamos alcanzar un grado mucho mayor de penetración de los vehículos eléctricos, o de vehículos de hidrógeno o vehículos de gas, si queremos mantenernos en el resultado de los 2 grados Celsius”.
El Reino Unido dijo el lunes que para el año 2040 prohibirá las ventas de autos que funcionan con diésel y gasolina, dos semanas después de que Francia anunciara un plan similar para reducir la contaminación del aire y cumplir con las metas de mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados Celsius (3.6 grados Fahrenheit).
El fabricante de automóviles Volvo AB dijo este mes que fabricará solamente autos eléctricos o híbridos a partir del 2019.
Demanda pico
Shell informó resultados que superaron las expectativas después de reducir los costos para adaptarse a un mundo de US$ 50 el barril. La compañía ha adoptado “lo que llamamos una mentalidad ‘más bajo para siempre’”, dijo Van Beurden.
Los cambios en la tecnología automotriz, la lucha contra el cambio climático y un menor crecimiento económico en China están afectando el apetito antes ilimitado por el crudo.
Las conjeturas en el sector de la energía pasaron del llamado petróleo llamado, la idea de que el consumo continuará subiendo hasta que la provisión de combustibles fósiles se agote, a la demanda pico, cuando las reservas consideradas activos valiosos terminen siendo dejadas en el suelo.
“Si las políticas y la innovación funcionan realmente bien, imagino los líquidos con un aumento de la demanda a comienzos de los años 2030 y quizás el petróleo alcance su pico un poco antes si también ingresan en la combinación energética muchos biocombustibles”, señaló Van Beurden.
Los autos eléctricos se venderán más que los vehículos propulsados por combustibles fósiles en un plazo de dos décadas a medida que se desplomen los precios de las baterías, según Bloomberg New Energy Finance.
Los autos recargables representarán un tercio del parque automotor global en el 2040 y desplazarán unos ocho millones de barriles diarios de producción petrolera, más que los siete millones de barriles que exporta actualmente Arabia Saudita, ha dicho el investigador con sede en Londres.
Shell ha dicho que proyecta invertir US$ 1,000 millones anuales en su división Nuevas Energías a medida que se acelere la transición hacia la electricidad renovable y los autos eléctricos.
La compañía dijo que ve oportunidades en las celdas de combustible de hidrógeno y los biocombustibles de próxima generación para los viajes aéreos, el transporte marítimo y el flete pesado, áreas de transporte para las cuales las baterías no resultan adecuadas.
