Por Stefano De Marzo

A Gonzalo Garrido Lecca, gerente general de la Clínica Anglo Americana, le gusta recordar el día en que una persona se comunicó por escrito con él tras ser atendida allí. El remitente señalaba que el servicio había sido muy bueno, pero que le llamaba profundamente la atención que le hubieran preguntado cinco veces si era alérgico a algo.

“Era por su seguridad. Le dije que queríamos estar cinco veces seguros de lo que estábamos haciendo”, confiesa Garrido Lecca. “La calidad es parte de la propia atención: solo con ella vamos a lograr la seguridad”, añade.

Recientemente, la clínica recibió la acreditación Joint Comission, considerada la más exigente en todo el mundo. La evaluación contempla 1,300 elementos medibles para estimar el grado de seguridad y calidad de un centro médico.

Este se convirtió en socio estratégico de la Organización Mundial de la Salud y se integra a un selecto grupo de clínicas como las estadounidenses Johns Hopkins y Mayo Clinic.

“Hemos buscado la certificación porque, desde la fundación de la clínica hace 91 años, nuestra filosofía ha sido orientarnos al paciente y sus necesidades”, explica Garrido Lecca.

Calidad para crecer
Esta certificación internacional está estrechamente ligada a los planes de crecimiento de la Anglo Americana. “La siguiente fase es ofrecer las mejores instalaciones”, dice el ejecutivo, que tiene previsto ampliar su sede de San Isidro con la construcción de un pabellón de tres pisos con 33 habitaciones. Así, incrementará la capacidad instalada en un 50%, hasta las 100 camas.

La institución busca también incrementar la capacidad de su sede en La Molina, que funciona enfocada en la denominada “cirugía de día”. “Es el complemento perfecto para nuestro buque insignia, que son las urgencias”, señala Garrido Lecca. De esta manera, se aprovecha el quirófano en sus horas libres con cirugía ambulatoria, lo que aumenta la rentabilidad de la inversión en infraestructura.