Bloomberg.- A medida que Amazon.com irrumpe en una industria tras otra, surge una interrogante: ¿qué hay de la banca?
Las especulaciones de que las grandes compañías tecnológicas estadounidenses intentarán ingresar al mundo financiero alcanzaron su punto máximo esta semana luego de que un importante regulador estadounidense dijera que las normas que separan a los bancos del comercio deberían ser revisadas.
Los consumidores merecen más opciones si actores no tradicionales pueden brindar de mejor manera los servicios financieros, según Keith Noreika, titular interino de la entidad que supervisa los bancos nacionales.
Gigantes de la tecnología como Amazon, Google, de Alphabet, y Facebook ya están invadiendo un territorio que durante mucho tiempo ha estado dominado por los bancos, con servicios como facilitar pagos u ofrecer préstamos a pequeñas empresas.
Y podrían expandirse a áreas como créditos de consumo o préstamos personales como los proporcionados por empresas de tecnología financiera como SoFi y LendingClub.
“Los límites ya se están desdibujando”, dijo Mitch Siegel, que lidera la estrategia de servicios financieros en Estados Unidos de la firma KPMG. “Cosas como los pagos y los préstamos casi desaparecen debido a que están muy insertos en nuestras experiencias comerciales”.
Sin embargo, eliminar la división entre los bancos que reciben depósitos y el comercio probablemente requeriría un consenso entre varios reguladores de EE.UU., además de una medida del Congreso, que es improbable en el corto plazo.
Aun así, es posible que las empresas de tecnología y las tiendas minoristas en línea no quieran pasar por las dificultades de convertirse en bancos con todas las de la ley.
“Van a estar sujetos a una gran variedad de normas y regulaciones que los bancos han estado creando durante mucho tiempo” departamentos de cumplimiento de normas para manejarlas, señaló Rodgin Cohen, que ha representado durante mucho tiempo a los bancos estadounidenses más importantes como presidente senior de Sullivan & Cromwell LLP. De manera que, por ahora, es más fácil que firmas como Amazon incursionen en comestibles.
Lo que probablemente mantiene nerviosos a los ejecutivos de la banca son las variadas formas en que los líderes en tecnología ya están incursionando en algunos servicios financieros, arraigándose aún más en las vidas de sus clientes y reuniendo gran cantidad de datos. A continuación, algunas formas en que estos nuevos actores podrían introducirse aún más:
Pagos
Venmo, de PayPal Holdings, que popularizó las transferencias electrónicas de persona a persona sin dificultades, abrió los ojos de Silicon Valley. Para compañías como Facebook, Google, Square y Apple, manejar pagos es una excelente manera de mantener a los usuarios en sus ecosistemas por más tiempo o obtener una valiosa perspectiva de sus hábitos de compra.
Este año, un consorcio de los bancos más grandes de EE.UU. contraatacó, presentando Zelle, una red de pagos en tiempo real que conecta a 86 millones de clientes de banca móvil.
Amazon también está utilizando pagos para evitar que las firmas financieras obtengan parte de algunas ventas. Presentó Prime Reload, que otorga un bono de 2% a los miembros cuando usan su tarjeta de débito para traspasar fondos de una cuenta bancaria a un balance de Amazon.
Para las redes de tarjetas como Visa y Mastercard eso significa menos ingresos por comisiones y menos visibilidad en las compras de sus clientes, datos que han estado interesados en capitalizar en los últimos años.
Expertos de la industria especulan que Amazon algún día podría dar un paso más allá y presentar su propia tarjeta de crédito –independiente de sus acuerdos con JPMorgan Chase & Co. y Synchrony Financial– para acabar con las comisiones que cobran los bancos y las tarjetas de crédito.
Depósitos
Amazon y PayPal han desarrollado formas de permitir que los clientes sin cuentas bancarias compren en línea. PayPal, por ejemplo, firmó acuerdos con tiendas minoristas como CVS Health y Rite Aid para que las personas puedan llenar sus billeteras de PayPal depositando efectivo en las tiendas.
En tanto, en Starbucks, los amantes del café han cargado muy por sobre los US$ 1,000 millones en sus cuentas de prepago; más dinero que el que tienen en depósitos algunos bancos de la comunidad en Estados Unidos.
Amazon podría ir más allá, sirviendo como portal para que los bancos brinden servicios, de acuerdo con un informe reciente de McKinsey & Co. Las posibilidades incluyen la recepción de depósitos, las transacciones transfronterizas y los servicios de nómina, indicó.
*Préstamos a pequeñas empresas
Amazon ya financia a los empresarios en su sitio web, brindándoles más de US$ 3.000 millones desde 2011. El gigante del comercio electrónico ofrece préstamos de entre US$ 1,000 y US$ 750,000 y luego deduce esa cantidad, más intereses, de la cuenta del empresario.
Amazon también se encuentra en una posición única para mejorar las tasas de recuperación, ya que puede llevar el inventario almacenado en sus almacenes como pago si un empresario comienza a incumplir.
Préstamos corporativos
Una preocupación entre los prestamistas es que Amazon pueda involucrarse con clientes más grandes. Los bancos brindan servicios que incluyen administración de efectivo y financiamiento a grandes empresas, pero aquellos que venden sus productos en Amazon o utilizan su enorme división de computación en la nube podrían ser persuadidos de probar nuevos servicios. Y Amazon tiene una gran cantidad de datos sobre esos clientes, lo que podría ayudarlo con transacciones como el factoring.
Hipotecas
Los préstamos hipotecarios serían un hueso más rudo de roer para las empresas de tecnología. Quicken Loans Inc. resolvió parte del problema con su herramienta Rocket Mortgage, poniendo el proceso de solicitud en un teléfono inteligente. Eso lo convirtió en el segundo mayor proveedor no bancario de hipotecas. Sin embargo, un documento de inversión de 2015 muestra los dolores de cabeza que puede generar: la empresa necesitaba casi seis páginas y media solo para enumerar las regulaciones que debe cumplir para originar y servir préstamos. La burocracia incluye licencias estatales para dar servicio y vender préstamos.