Moody’s Investors Service ha bajado la calificación de emisor en moneda local y extranjera de la Corporación Financiera de Desarrollo SA (Cofide) del Perú a Baa3 de Baa2.
Al mismo tiempo, Moody’s bajo la evaluación de riesgo crediticio base (BCA, por sus siglas en ingles) de Cofide a b3 de b1. Además, la perspectiva crediticia de Cofide ha sido revisada a negativa desde estable.
Las siguientes calificaciones de Cofide fueron rebajadas:
- Evaluación de riesgo crediticio base: a b3 de b1
- Calificación de emisor de largo plazo en moneda local: a Baa3 de Baa2, con perspectiva negativa
- Calificación de emisor de largo plazo en moneda extranjera: a Baa3 de Baa2, con perspectiva negativa
Fundamentos de las calificaciones
La baja en las calificaciones refleja un agudo deterioro en el perfil de riesgo de activos de Cofide y, en consecuencia, de su rentabilidad. A pesar del perfil financiero débil de la compañía, reflejado en su BCA de b3, sus calificaciones de emisor Baa3 se benefician de la demostrada buena disposición del gobierno para brindar apoyo en caso de necesidad.
Los préstamos morosos de Cofide subieron a 9% en junio, desde sólo 0,05% doce meses antes, ya que varios proyectos de infraestructura a los que Cofide tiene grandes exposiciones han sido suspendidos debido al reciente escándalo de corrupción en el Perú, relacionados con proyectos de infraestructura pública.
La compañía espera que la mayoría de estos préstamos empezarán a funcionar nuevamente una vez que los proyectos sean reiniciados y/o será capaz de recuperar una parte sustancial de cualquier pérdida, pero Moody’s considera que existe un grado muy alto de incertidumbre con respecto a las expectativas de recuperación final, las cuales dependerán de cuánto se retrasen los proyectos y de cuánto aumenten los costos de construcción.
A pesar que históricamente Cofide ha tenido reservas de préstamos incobrables muy altas, el reciente aumento de morosidad le obligó a incrementar sustancialmente sus provisiones, lo que unido a la disminución de los ingresos por intereses generó una pérdida neta en el primer semestre de 2017 equivalente al 0.8% activos tangibles sobre una base anualizada.
Cofide es propiedad en un 99% del Gobierno de Perú (A3 estable) a través de su holding, Fonafe, el Fondo Nacional para el Financiamiento de las Actividades Empresariales del Estado. Como parte de su mandato, la cartera de créditos de infraestructura de Cofide ha crecido significativamente en los últimos años, alcanzando el 53% de su cartera de préstamos a junio del 2017, frente al 22% de fines del 2011.
Aunque Cofide presta a estos proyectos a través de instituciones financieras e históricamente ha registrado estos préstamos como exposiciones a instituciones financieras, de hecho, Cofide retiene la exposición total al riesgo del proyecto.}
El aumento de la morosidad reveló deficiencias significativas en la dirección, las cuales fueron abordadas por la sustitución del presidente de Cofide y gran parte de sus gerencias en enero de 2017.
La nueva administración de la compañía actuó de forma rápida para establecer estándares de suscripción más estrictos para futuras financiaciones en abril, limitando la exposición de Cofide hasta el 25% en un proyecto, o hasta el 50% como excepción con la aprobación del consejo del Fonafe, frente al 100% de la exposición como fue el caso en el pasado.
Además, en adelante, la empresa registrará ahora estos préstamos como exposiciones directas a los propios proyectos, y no a los bancos a través de los cuales Cofide prestaba. Sin embargo, Moody’s cree que es probable que la compañía necesite registrar préstamos morosos e incurrir en gastos de aprovisionamiento adicionales en los próximos trimestres, lo que continuara resultando en pérdidas netas.
La calificación también captura la limitada capacidad de absorción de pérdidas de Cofide. Si bien los índices de capitalización de Cofide continúan siendo fuertes, tiene importantes tenencias de inversión ilíquidas, específicamente acciones no negociables de la Corporación Andina de Fomento (CAF, calificada Aa3), un banco multilateral de desarrollo del cual Perú es miembro, que representa el 18% Balance y representan prácticamente la totalidad de su patrimonio tangible.
Al compensar estas acciones, Cofide quedaría con un patrimonio común tangible de menos del 1% de sus activos ponderados por riesgo. Para compensar el efecto negativo de las provisiones extraordinarias y restablecer el balance financiero de la entidad, la dirección de Cofide puso en marcha un plan de recapitalización.
El plan prevé el compromiso del Gobierno nacional de adquirir hasta el 20% de las acciones de la CAF, como se describe en una Carta de Confort emitida en mayo, la capitalización por el gobierno de préstamos multilaterales de hasta $ 104 millones a fines del 2017, la reinversión de futuros dividendos relacionados al período 2017-19, y el reembolso de los dividendos recibidos por Fonafe para el período 2016.
A pesar de este plan, es probable que la capacidad de absorción de pérdidas de Cofide siga siendo muy débil, según la opinión de Moody’s, ya que sus restantes acciones de CAF seguirán representando la gran mayoría de su capital.
Sin embargo, este plan es una clara indicación de la gran disposición del gobierno para proporcionar apoyo financiero extraordinario a Cofide, que a su vez deriva de la propiedad y control del gobierno de la empresa, así como el mandato de política pública de Cofide para ayudar a promover el crecimiento económico mediante la financiación de sectores específicos, como infraestructuras y Pymes.
Se espera que Cofide continúe desempeñando un importante papel ayudando al país a cubrir sus importantes necesidades de infraestructura. Este apoyo resulta en una calificación seis escalones por encima del BCA de b3 de la
empresa.
La perspectiva negativa de las calificaciones de Cofide refleja el riesgo de que mayores aumentos de morosidad y la consiguiente necesidad de provisiones adicionales puedan exceder las expectativas de Moody’s, así como la incertidumbre sobre la implementación del plan de recapitalización de la compañía.
Factores que podrían subir o bajar las calificaciones
Mientras que una suba en el BCA de Cofide resulta improbable en este momento debido a las presiones negativas, la perspectiva podría estabilizarse si la compañía es capaz de absorber mayores gastos de previsionamiento sin un deterioro significativo de sus ratios de capital.
Por el contrario, la presión a la baja sobre el BCA podría resultar de una disminución significativa en la capitalización o deterioro de la calidad de activos superior a las esperadas por Moody’s.