Peco de ignorante. Cada vez que asocio Uber a una empresa de taxis, la gerenta general, Catalina Ochoa, me mira grueso y procede a explicarme la verdadera función de su empresa tanto a nivel local como mundial.
“Uber es una compañía tecnológica que conecta la oferta y la demanda”, comienza, “mediante la aplicación, se facilita que gente que tiene la disposición para movilizar personas, carga o comida se conecte con quienes tienen necesidad de transporte”, aclara la gerenta. No es que sea dueña de los vehículos, sino que son la herramienta que permite enlazar ambas partes de la transacción.
Bajo la misión “Transporte confiable para todo el mundo en todas partes”, Uber comenzó una agresiva expansión mundial, respaldada por firmas inversionistas como Microsoft y Google. Iniciada en el 2009, actualmente tiene presencia en más de 450 ciudades del mundo.
A Lima llegaron en el 2014 y a la fecha presenta un crecimiento en la tasa de descarga de la aplicación entre 10% a 15% semanal. “Este crecimiento es paralelo para la cantidad de nuevos usuarios, conductores, viajes y ganancias”, comenta la ejecutiva. Aunque se reserva el número exacto, Ochoa señala tener varios cientos de miles de usuarios y alrededor de 50 mil conductores en la ciudad capital.
Aproximadamente, el 30% de choferes complementa su sueldo regular trabajando con Uber. “Hemos notado que somos una plataforma importante para la generación de ingresos para las mujeres, a quienes brinda la flexibilidad para equilibrar sus labores familiares y obtener ingresos equitativos. El objetivo global para el 2020 es crear un millón de empleos para ellas”, enfatiza Ochoa, la primera gerenta general –mujer– de Uber en la región sudamericana.
Seguridad
Para la gerenta, la seguridad es el principal atractivo que justifica las altas tasas de crecimiento de la empresa. “Gracias a la tecnología, hoy es posible garantizar una mayor seguridad de la que uno se podía imaginar. Comienza desde que un conductor ingresa a la plataforma hasta que se termina un viaje”, explica.
Además de tener los servicios estándar y premium, desde octubre del año pasado ofrecen UberBICI, que permite cargar tu bicicleta ante cualquier eventualidad. Asimismo, Lima es la única plaza regional con la opción de UberCash para poder pagar en efectivo. En el transcurso del año, esperan lanzar UberPool para compartir el viaje con otras personas y, por lo tanto, dividir el precio del mismo, como también incursionar en dos ciudades de provincias y salir de su plaza principal, Lima.
Por Emilio López de Romaña Rivera