Brasilia.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, luchaba hoy para mantener unida su coalición de Gobierno, negociando puestos en el Gabinete con los aliados que le quedan mientras algunos de ellos discuten si la abandonan en medio de procedimientos para que la mandataria sea sometida a juicio político. El día después de que su principal aliado dejó la coalición gobernante y ordenó a sus seis ministros renunciar al gabinete de Rousseff, otro de los socios, el Partido Progresista, convocó a una reunión el 11 y 12 de abril para decidir si sigue en la alianza con el Partido de los Trabajadores de la presidenta. Un asesor del ejecutivo dijo que el Gobierno estaba hablando con políticos de partidos aliados para ofrecerles las posiciones que quedarán vacantes, después de que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) anunció su salida de la coalición gubernamental. La decisión del PMDB de abandonar el Gobierno fue un fuerte golpe para Rousseff, que se enfrentará a mediados de abril a una votación en la Cámara de Diputados en la que se decidirá si es sometida a juicio en el Senado por supuestamente haber manipulado las cuentas fiscales con el fin de ser reelegida en 2014. (Foto: Reuters)