Dubái.-. A la sombra de los rascacielos y de los centros comerciales fastuosos, un barrio popular de Dubái luce frescos descomunales que celebran la herencia de los Emiratos vista por artistas internacionales. Las pinturas del Dubai Street Museum ofrecen un rostro muy distinto al ultramodernismo al que Dubái nos tiene acostumbrados. Se ve a un anciano a bordo de una barca, niños que corren por las calles o aves rapaces. Este proyecto financiado por el gobierno reúne el talento de 16 artistas callejeros, como el lituano Ernest Zacharevic, radicado en Malasia, donde se le considera el equivalente de Banksy, y el tunecino The Inkman, reputado por sus frescos caligráficos. Desde noviembre, cada uno de ellos hace su propia interpretación del tema "El pasado" sobre los edificios de una arteria concurrida del barrio Satwa, uno de los más antiguos de Dubái. "Hoy los turistas pueden apreciar nuestra historia en los museos. Pero queremos que cada uno pueda verla en todas partes, incluso en las calles", explica la responsable del proyecto, Shaima Al Sueidi. El arte urbano está cada vez más de moda en Oriente Medio. Los grafitis se han hecho un hueco en ciudades con pasado cargado de historia como Beirut y Túnez. Acostumbran a plasmar mensajes de resistencia contra la política contemporánea, pero en Dubái adoptan un cariz más conciliador. (Foto: AFP)