El gigante de Internet, Google aumentó los controles de privacidad para los usuarios y abrió una web que responde a preguntas frecuentes sobre el uso de datos personales.

Personas que deseen eliminar información que consideren ‘irrelevante’ dentro del motor de búsqueda podrán apelar a este derecho dentro del continente europeo.

¿Tenemos derecho a pedir a Google que se “olvide” de la data que nos afecta? El Tribunal de Justicia de la Unión Europea cree que sí.

Se podría pedir a Google la eliminación de información sensible de los resultados de búsqueda del navegador como medida para proteger la privacidad.

Ya no necesitarás la dirección de correo de alguien para enviarle una email. Al menos, en el caso de usuarios de Google +. Esa integración entre Gmail y la red social de Google ha generado controversia por cuestiones de privacidad. ¿A qué obedece esta nueva ‘característica’?

El organismo regulador francés indicó que la firma estadounidense no ha respondido satisfactoriamente a su decisión de junio que otorgó a la empresa tres meses para ser más franca sobre la información que recopila de los usuarios.

La firma estadounidense alegó en documentos judiciales que “todos los usuarios de correo electrónico deben esperar inevitablemente que sus mensajes sean objeto de un proceso automatizado”.

“¿Cuál es el horario de mi próximo vuelo?” Esta será una de las tantas preguntas que los usuarios de Google le podrán formular al buscador. Para dar una respuesta, Search se basará en datos extraídos a partir de cuentas como Gmail.

Para defenderse de una demanda colectiva a causa de la publicidad mostrada en los correos electrónicos, el gigante de Internet se ha basado en este polémico argumento.

Aunque las firmas de tecnología dicen que su principal prioridad es velar por la privacidad de sus usuarios, recogen y filtran datos de éstos para incrementar sus ganancias por publicidad.

La Comisión Nacional de Informática y Libertades afirmó que la política de privacidad de la firma violaba la ley francesa y dio a la compañía estadounidense tres meses para hacer cambios.