CONGRESO. La reforma electoral tan reclamada en los últimos años está siendo trabajada por el Poder Legislativo. Semana a semana, se van conociendo las propuestas que los parlamentarios aprueban. Por el momento, los cambios están centrados en aquellos que no requieren modificación constitucional.
Hace unos días, se aprobó, en primera votación, que solo las organizaciones de alcance regional o departamental puedan participar en las elecciones regionales y municipales, eliminando a las organizaciones distritales y provinciales. Si bien el argumento es que muchos de estos movimientos son apenas “vientres de alquiler”, según la última encuesta Pulso Perú, la mayoría de los ciudadanos está en contra de que esta prohibición se aplique en las próximas elecciones regionales y municipales.
Otra modificación que está causando polémica es la referida a la entrega de dádivas. En las últimas elecciones generales, cuando un candidato entregaba dádivas por un monto superior a S/ 20, la sanción era directamente su exclusión del proceso (eso le sucedió a César Acuña), pero según la modificación que acaba de realizar el Congreso, ahora la sanción será primero una multa y solo si hay reincidencia se aplicará la exclusión. No parece lógico el cambio, pues si bien es muy complicado poder hacer el control necesario con el alto número de candidatos que se presentarán en los comicios del 2018, igual de difícil será lograr que cumplan con el pago de la multa.
También se ha reducido la publicidad en radio y televisión al establecer que las organizaciones solo puedan contratar publicidad 62 días previos al día de la elección. Si bien se argumenta la igualdad de condiciones para justificar esta norma, lo cierto es que más de un candidato buscará formas alternativas de aparecer en dichos medios.
Los parlamentarios esperan empezar a debatir las propuestas que requieren un cambio constitucional, a partir del 24 de octubre y seguramente uno de los temas de debate será el de la bicameralidad. Al respecto, según la encuesta Pulso Perú, si bien se ha incrementado el número de personas que creen que el Congreso debería contar con dos cámaras, aún es mayoritario el sentimiento por un Congreso unicameral.
Todos estos cambios requieren del Parlamento una mirada reflexiva y de largo plazo, pensando no solo en los intereses de su agrupación y buscando la real efectividad de las normas.