AFP.- China anunció el envío, el viernes, de un “representante especial” a Corea del Norte, justo después de la gira por Asia del presidente estadounidense, Donald Trump, que había instado a Beijing a reforzar la presión sobre Pyongyang.
Este emisario del presidente Xi Jinping, Song Tao, informará sobre el último congreso quinquenal del Partido Comunista Chino (PCC), celebrado a mediados de octubre, y de “asuntos de interés común”, se limitó a indicar el miércoles Geng Shuang, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.
La agencia de prensa oficial norcoreana KCNA confirmó el viaje del representante chino.
Se trata de una visita excepcional, pues las relaciones entre Beijing y Pyongyang se degradaron a causa del programa nuclear y balístico norcoreano, y Xi Jinping no se ha reunido con el líder norcoreano, Kim Jong-Un, desde que este llegara al poder a finales de 2011.
El envío de Song Tao, que además es jefe de la “oficina de enlace internacional” del PCC, constituirá el primer viaje de un alto responsable chino al país desde la visita del viceministro de Relaciones Exteriores Liu Zhenmin en octubre de 2016.
El anuncio de Beijing llegó después de que Donald Trump terminara, el martes, un viaje de 12 días por Asia en el que advirtió que “el tiempo apremia” frente a las ambiciones militares de Pyongyang.
Para Washington, China -principal apoyo diplomático y económico de Corea del Norte- juega un papel clave.
Beijing aprobó y aplicó varios paquetes de sanciones internacionales adoptados por el Consejo de Seguridad de la ONU y que afectaron, principalmente, a sus compras de carbón y minerales norcoreanos.
Durante una cumbre en Beijing la semana pasada, Donald Trump exhortó a su homólogo chino a acentuar más la presión sobre su vecino, que en septiembre llevó a cabo un nuevo ensayo nuclear.
¿Sanciones endurecidas?
“China puede solucionar este problema fácil y rápidamente”, afirmó Trump delante de Xi Jinping, antes de asegurar, en un tuit, que el presidente chino había aceptado “endurecer las sanciones”, sin precisar más.
Sin embargo, China no ha anunciado nuevas medidas desde entonces.
En cambio, el enviado chino debería “llevar a Pyongyang el consenso sinoestadounidense [para la desnuclearización de la península] y ver dónde puede haber avances. China intensifica sus esfuerzos diplomáticos”, apuntó a la AFP Wang Dong, profesor de la Universidad de Beijing.
En virtud de la última batería de sanciones de la ONU, Beijing ordenó a finales de septiembre a las empresas norcoreanas establecidas en China que cesen su actividad antes de enero y se comprometió a reducir sus exportaciones de productos petroleros refinados a su vecino.
Pero Estados Unidos considera que el gigante asiático todavía podría actuar más drásticamente.
Sin embargo, la diplomacia china afirma que quiere limitarse únicamente a las restricciones adoptadas en el marco de Naciones Unidas y denuncia las “sanciones unilaterales” tomadas por Washington, muchas de las cuales afectan a entidades chinas acusadas de hacer negocios con Corea del Norte.
‘Olor a pólvora’
China defiende “la preservación de la paz y la resolución de la crisis por el diálogo y la negociación”, insistió Geng Shuang.
Beijing defiende, como Moscú, una “doble moratoria”: el cese simultáneo de los ensayos balísticos y nucleares de Pyongyang y de las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur. Pero Washington no quiere ni oír hablar de ello.
La gira de Trump por Asia estuvo precedida por un “fuerte olor a pólvora” entre Washington y Pyongyang, y el representante especial chino tratará de “persuadir” al régimen de Kim Jong-Un para que vuelva a la mesa de negociaciones, consideró Wang Dong.
“La crisis ha llegado a un punto en el que un paso en falso de Estados Unidos o de Corea del Norte puede conducir a una confrontación militar”, un escenario catastrófico para Beijing, agregó Wang. Para evitarlo, “China hace todo lo posible para trabajar con ambas partes”.