Bloomberg.- El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, advirtió el martes que millones de personas podrían huir de la isla con rumbo a Estados Unidos continental si suficiente ayuda no llega pronto para detener la crisis que se extiende desde hace dos semanas.

A horas de su encuentro con el presidente Donald Trump, Rosselló dijo a periodistas en San Juan que algunos de los 3.4 millones de residentes de la isla ya estaban dejando el territorio en busca de mejores condiciones. La mayor parte de la isla sigue sin electricidad, y cerca de la mitad de los residentes todavía carecen de servicios básicos de agua después del huracán María.

Rosselló dijo que no podía detener la salida a corto plazo de los isleños, pero dijo que el éxodo continuaría sin un paquete de ayuda eficaz del Congreso estadounidense.

“No habrán cientos de miles de puertorriqueños mudándose a EE.UU., habrán millones”, dijo Rosselló, quien perdió la voz brevemente durante la conferencia de prensa, tal vez una señal de fatiga del incesante esfuerzo de recuperación. “Serán millones, creando un devastador cambio demográfico para nosotros aquí en Puerto Rico, una fuga de cerebros”.

Una salida masiva como la descrita por Rosselló tendría implicaciones importantes para la viabilidad económica y financiera del Estado Libre Asociado. Incluso podría tener ramificaciones políticas si los puertorriqueños, con sus inclinaciones hacia el Partido Demócrata, se trasladan a lugares como Florida en busca de mejores condiciones.

Rosselló dijo que la migración ha sido una preocupación desde hace al menos 15 años, pero podría empeorar. En los últimos tres años, la población ha caído alrededor de 2% anualmente, mientras el crecimiento económico se mantuvo evasivo. El plan de reestructuración fiscal de la isla contaba con una estabilización de la población y de la base impositiva, no su deterioro.