(Bloomberg).- Apple Inc. se enfrenta a retrasos en la producción de su iPhone X de gama alta debido a problemas con el proceso de fabricación de los sensores 3D, según varios reportes de diferentes medios noticiosos.
Los fabricantes de los componentes, utilizados en el reconocimiento facial, están sufriendo para alcanzar niveles de producción adecuados, informó el martes el diario japonés Nikkei, citando fuentes al tanto del proceso.
El retraso se refiere al montaje del equipo utilizado para proyectar los 30,000 puntos infrarrojos en la cara de un usuario para trazar sus características, dijo por su parte el diario The Wall Street Journal, citando también fuentes al tanto.
El montaje del proyector de puntos está a cargo de LG Innotek Co. y Sharp Corp., informó el diario, agregando que una persona aseguró que el proceso estaba funcionando sin problemas. Los retrasos pueden haber sido un factor que pesó en la decisión de Apple de pedir a los proveedores que aguanten algunos envíos para dispositivos iPhone X, según informó el lunes Digitimes. Según el medio de Taipei, que citó a fuentes anónimas de Taiwán, la compañía pidió a los proveedores que enviasen sólo 40% de las piezas inicialmente ordenadas.
Apple ya había enfrentado retrasos debido a la nueva tecnología de pantalla, que está hecha de diodos emisores de luz orgánicos. Los paneles OLED están hechos por un puñado de fábricas en gran parte propiedad de Samsung Display Co. Ltd., por lo que dificulta que la tecnología sea suministrada en cantidades adecuadas, dijeron en abril fuentes a Bloomberg.
Trudy Muller, portavoz de Apple, declinó hacer comentarios.
El escáner en 3D es la innovación insignia del iPhone X, permitiendo que el teléfono sea desbloqueado sólo mirándolo en lugar de requerir una huella digital o un código de desbloqueo. Junto con una pantalla más ancha, más nítida, es un diferenciador clave del siguiente modelo, el iPhone 8, que fue anunciado al mismo tiempo a principios de este mes.
Apple ha escalonado la entrega del iPhone X, que estará disponible el 3 de noviembre, seis semanas después de que el iPhone 8 saliera a la venta. Los informes sobre los retrasos en la producción no aclaran si Apple ya había tenido en cuenta las demoras de los sensores cuando proyectó las ventas para el trimestre actual.