El 2016 apunta a convertirse como el año en que la realidad virtual deje de ser solo un gadget al alcance de ricos y adictos a la tecnología, y se convierta en un producto transformador, acercando – por ejemplo – a las compañías con sus consumidores.
“La realidad virtual permite recrear entornos fílmicos (recreaciones del mundo real), renderizados (hechos por computadora) o mixtos. Bajo este sentido, nos abre nuevas aplicaciones en el mundo de los negocios y transforma fuertemente modelos de ingresos”, dice el gerente de Marketing para Latinoamérica en Maytronics y una de las voces más reconocidas de ese universo, Joan Cwaik.
Pero, qué áreas o negocios pueden hacer uso efectivo de esta herramienta para aumentar sus ventas. Aunque todavía es incipiente su utilización, más allá del ámbito lúdico, hay muchas formas en que la realidad virtual pueda brillar.
“Son muchas las aplicaciones. Se abren nuevas ventanas publicitarias y empiezan a haber transformaciones en las forma de capacitar y de entrenar digitalmente. El sector inmobiliario, la medicina y las telecomunicaciones son algunas de las industrias que mayor impacto tendrán con esta tecnología emergente”, reconoce CWaik.
El marketing es un buen ejemplo. Actualmente, la mayoría de las presentaciones de realidad virtual están pregrabadas, pero pronto se podrán transmitir eventos en vivo a través de dispositivos.
Así, desde ir a un evento – y codearse virtualmente con celebrities – a poder ir a la cancha a alentar a la selección, sin salir de la comodidad del hogar, son algunas de las implementaciones a tener en cuenta para acercar al usuario a diferentes eventos.
Las inmobiliarias también pueden utilizar la realidad virtual para ofrecer, por ejemplo tours virtuales para que posibles compradores experimenten lo que es vivir en la propiedad o en el mundo de la moda es otro área que puede mostrar al usuario usando este mecanismo, cómo una prenda luce desde diferentes ángulos.
La medicina no se queda atrás. Si una de la cosas más difíciles para los profesores es poder enseñar a 100 alumnos cómo hacer cirugías sobre un cuerpo humano, la realidad virtual les permite hacerlo más fácil, sin tener que apretarse alrededor de una camilla para ver bien el hígado, por ejemplo.
Está es una de las funcionalidades más interesantes de la realidad virtual: entrenar y educar, sin la necesidad de que todo sea presencial. Los entrenamientos militares, por ejemplo, ya no serían los mismos y los pilotos, que han hecho carrera probando simuladores, también podrían mejorar sus técnicas utilizando un casco.
“La realidad virtual puede convertirse en una solución muy interesante para las marcas de servicios o intangibles que no se pueden probar antes de comprar, por ejemplo la industria del turismo. Las marcas pueden crear experiencias inmersivas plagadas de estímulos para acercarle esta experiencia a sus potenciales consumidores”, reconoce Cwaik.
¿Qué comprar?
Aunque todavía es bastante caro, ya hay un par de compañías que lanzaron al mercado los aparatos, pensando especialmente en el consumidor masivo.
El más famoso es Occulus Rift pero también otros pesos pesados, como Samsung y Sony, también tienen propuestas. En el primer caso se trata del Samsung Gear VR y, en el segundo – todavía no lanzado – una versión en VR de Playstation.