Cuando Ryan Weaver fue despedido el año pasado de su empleo en una plataforma petrolera en Alaska pidió a Dios que le diera una idea para pagar sus deudas. La respuesta a sus plegarias llegó en la forma de un juguete de tres ejes que hoy causa sensación a nivel mundial.
El Fidget Spinner, que partió solo como un aparato antiestrés, hoy se transa en Amazon, donde se venden entre 500 y mil unidades diarias a US$ 17.95 cada una. Apenas se repone el stock , se acaba en cuestión de segundos.
Weaver ha sido uno de los primeros en sacar provecho de esta tendencia que se ha vuelto viral en el mundo de los juguetes, industria que mueve US$ 90 mil millones anuales. El impacto ha sido tal, que Walmart y Target están tratando de importar directamente los spinners desde las fábricas donde se producen en China, para potencialmente comercializarlo en sus tiendas alrededor del mundo.
Los spinners pueden comprarse directamente en China por US$ 0.50 o US$ 1.50, por lo que los márgenes que puedan obtener, tanto pequeños vendedores como grandes multinacionales, son astronómicos.
La industria de los juguetes ya está alerta ante las ventas que podrían estar perdiendo frente a Amazon, buscando captar las ganancias de los cuatro o cinco millones de spinners que se venderían este año.
El Mercurio