(Bloomberg).- Cuando Apple Inc. presentó ayer un trío de nuevos iPhone, un Apple Watch y una nueva versión de su decodificador de TV, mucho se habló de la elegancia de los productos, las nuevas características y los precios de alta gama.
Pero tal vez la historia más importante es lo que está bajo el capó: la tecnología de semiconductores que podría mantener a Apple por delante de sus rivales y obligar a las personas con teléfonos antiguos a actualizar.
Un ejemplo es el Watch Series 3. Tiene un nuevo procesador diseñado por Apple que permite a Siri hablar en lugar de proporcionar una respuesta por escrito. El nuevo reloj también puede conectarse directamente a las redes celulares, pero sigue siendo del mismo tamaño que su predecesor, una hazaña de ingeniería significativa.
En una entrevista, Benedict Evans, socio de la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz, señaló que “si nos fijamos en los relojes inteligentes de Android que tienen capacidad celular, son literalmente el doble de ese tamaño”.
El iPhone 8 y X tienen el nuevo chip biónico A11, que permite todo tipo de procesamiento de imagen inteligente, realidad aumentada (RA) y las tareas de inteligencia artificial. Eso le da a Apple una gran ventaja en el mercado de RA, que Morgan Stanley estima podría ser de US$ 404,000 millones en los próximos tres años.
Al hacer mejores procesadores y combinarlos con un software cada vez más avanzado, Apple dificulta que los iPhones más antiguos manejen las actualizaciones de su sistema operativo iOS. Un iPhone de cinco años de edad no puede operar el iOS 11, la última iteración. Los propietarios de teléfonos antiguos se ven obligados a actualizar para ejecutar el software más reciente.
Las innovaciones de chips parecen responder a una pregunta que ha estado constantemente molestando a los inversionistas: ¿por qué el gasto en investigación de Apple se ha más que duplicado desde 2013, a US$ 11,000 millones en el último año?
Algunos analistas habían sugerido que el proyecto de conducción autónoma estaba absorbiendo el dinero en efectivo, pero es probable que gran parte de éste este financiando la división de chips de Apple, la parte que requiere más inversión de capital de la investigación y el desarrollo tecnológico.
La inversión de Apple parece estar dando frutos, lo que le da una ventaja en los mercados clave: tecnología de vestir, realidad aumentada e inteligencia artificial. Samsung también tiene un impresionante negocio de semiconductores, pero todos los demás (Google y la mayoría de los fabricantes de teléfonos) sufrirán para eliminar la ventaja que ha tomado Apple.