AFP.- Los neoyorquinos adoran el transporte público pero están hartos de los atrasos, los descarrilamientos, la mugre y el hacinamiento en su anticuado sistema de metro. Un ambicioso plan promete renovarlo.
El proyecto fue anunciado por el jefe de la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) de Nueva York, Joseph Lhota, a pedido del gobernador Andrew Cuomo, que hace menos de un mes declaró al sistema de metro en estado de emergencia y vaticinó “un verano de infierno” para aquellos que utilicen el sistema ferroviario.
El nuevo plan costará unos US$ 840 millones en su primera fase de estabilización, y luego unos US$ 8,000 millones en una segunda fase de modernización que incluirá nuevos trenes y nuevas señales, dijo Lhosa.
Aunque ambos son demócratas, Cuomo, candidato a la reelección en el 2018 y un potencial candidato presidencial para el 2020, y el alcalde de Nueva York Bill de Blasio, que busca la reelección el año próximo, se culpan uno a otro por el estado de abandono del metro.
Aunque el metro es administrado por el gobierno estatal, Cuomo afirma que el gobierno de la ciudad, la más poblada de Estados Unidos con 8.5 millones de personas, es la propietaria de su sistema de metro, que arrenda a la MTA, y debe financiarlo.
Lhota llamó a los gobiernos estatal y municipal a compartir los gastos del nuevo plan. “Los neoyorquinos están frustrados y con razón del actual estado del metro”, afirmó al anunciar el proyecto.
“Tenemos una infraestructura vieja, combinada con la falta de inversión en capital a largo plazo. El sistema de metro está fallando a sus clientes”, añadió.
El plan comenzará inmediatamente y se verán mejoras en apenas un año, anunció Lhota, que prometió aumentar la capacidad en los vagones, por ejemplo sacando asientos, limpiezas más frecuentes y una mayor fiabilidad.
Sostuvo que las causas de casi 80% de los grandes incidentes que causan retrasos serán enfrentadas: viejísimas señales, problemas en las vías y de energía, daños causados por el agua y la corrosión, incendios en las vías férreas sobre todo debido a la basura y problemas mecánicos.
El plan de Lhosa plantea asimismo aumentar las multas a los usuarios que lancen basura en el metro, pues ésta produce incendios y por lo tanto importantes retrasos.
Lhota prometió que el boleto, un único viaje cuesta US$ 2.75, no será aumentado.