En 2015, investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, en Estados Unidos, publicaron doce estudios sobre la influencia de la publicidad del alcohol en su consumo entre adolescentes y jóvenes. Los resultados dejan mucho que pensar.

El tipo de publicidad de bebidas alcohólicas más efectiva entre los jóvenes es la televisiva, con un 36% de ventaja sobre la anunciada en medios impresos.

¿Cómo se comprueba? Sencillo, los 35,000 participantes de los estudios respondieron que las bebidas más consumidas eran, precisamente, las más anunciadas.

Lo preocupante es que estos jóvenes aún no cumplen la edad legal para beber. Y la exposición a este tipo de anuncios está fuertemente asociada a un inicio más temprano del consumo de alcohol, y posteriormente en un consumo excesivo.

Así lo aseguró el doctor David Jernigan, uno de los autores del análisis. Añadió que este consumo excesivo corresponde a la ingesta de cuatro o más bebidas en un lapso de dos horas, en mujeres, y una cantidad superior a cinco para hombres.

En Chile, diversos especialistas comentaron al diario El Mercurio que esta “sed” está asociada a diversas conductas de riesgo, como violencia y el consumo de otras droagas.

Además, concluyeron que el cerebro de una persona no termina de desarrollarse hasta los 21 años, por lo que la exposición a bebidas alcohólicas puede alentar posibles adicciones.

La publicidad, por su parte, encuentra tierra fértil en este detalle, lo cual se ve reflejado en su efectividad entre el público más joven.

¿Por qué nadie se pone a pensar en este problema, entonces? Sucede que la condición de droga legal que ostentan las bebidas alcohólicas, además de que el grueso de la población considera su consumo libre de riesgo, desvían la atención hacia otras sustancias.

Jernigan finalizó con un paralelo entre la publicidad de cigarrillos y la actual (e irregulada) de licores.

En los años 60, ante la evidencia del daño que ocasiona fumar, la publicidad de cigarrillos comenzó a ser bastante regulada.

“Son necesarias políticas de salud pública que puedan reducir o mitigar el efecto de la exposición a la publicidad del alcohol”, puntaualizó.