Si bien los anunciantes no buscan necesariamente apelar a la irracionalidad, estos son algunos sesgos cognitivos recogidos por Business Insider que todos los profesionales del marketing y la publicidad deben tomar en cuenta:

1. El ancla. El consumidor suele aferrarse a la primera información que recibe sobre un producto o servicio.

2. La disponibilidad. Las personas sobreestiman la información que tiene a su alcance, como los testimonio de amigos o familiares.

3. Efecto arrastre. Sube la posibilidad de que alguien compre algo, si es un producto muy consumido a su alrededor.

4. Confirmación. El consumidor prefiere oír la información que confirma sus propias preconcepciones.

5. Exceso de confianza. Es natural confiar en las propias habilidades aunque esto afecte los propios intereses.

6. Efecto placebo. Cuando uno cree firmemente los efectos de un producto, estos terminan siendo ciertos.

7. Innovación. El consumidor tiene a sobrevalorar su utilidad y a subestimar sus limitaciones.

8. Lo sobresaliente. El consumidor se suele centrar en las características más sobresalientes de un producto, aunque no sean las más importantes.

9. Percepción selectiva. Cuando la propia percepción del mundo influye en las decisiones de compra.

10. Estereotipos. El consumidor puede atribuirle cualidades a un producto o servicio, aunque no las tenga, por sus prejuicios.