Bloomberg.- ¿Espera recibir una buena propina? Busque la mesa con los hombres más conservadores de New England. Una nueva encuesta constató que hombres, republicanos y residentes del noreste son los que dan mejores propinas.
Las mujeres dejan un promedio de 16%, mientras que los demócratas y los sureños dejan una media del 15% en un restaurante, según una nueva encuesta que abarcó a más de 1,000 adultos estadounidenses realizada por Princeton Survey Research Associates International para CreditCards.com.
Esto se compara con la media de 20% que dejan los hombres, republicanos y que viven en la región noreste. Los que pagan con el plástico dejan un promedio de 20%, en comparación con el 15% de los que pagan en efectivo.
Si bien aproximadamente la mitad de la gente deja una propina del 16% al 20%, alrededor de una quinta parte de los encuestados que van a restaurantes admitió que ocasionalmente no le paga al personal de atención.
“Me sorprendió, indudablemente, la cantidad de personas que dan propinas por encima del 15%, pero también me sorprendió la cantidad de gente que nunca daba propina en un restaurante”, dijo en un comunicado Matt Schulz, analista sénior de la industria de CreditCards.com. “Supongo que no recibirán una atención muy buena en su próxima visita”.
La propina no es habitual en todo el mundo, pero es una fuente fundamental de ingresos para casi todos los trabajadores de servicio estadounidenses. El salario mínimo federal para los empleados que reciben propinas es de apenas US$2,13. El resto de las ganancias de estos trabajadores depende del capricho colectivo de sus clientes. (Un puñado de estados tienen un salario mínimo más alto para tales empleados, como Alaska, California, y Oregón).
La propina es de naturaleza discriminatoria, sostienen los defensores de las opciones de pago alternativas.
“Una camarera típica que trabaja a tiempo completo todo el año cobra apenas un 68% de lo que gana su contraparte masculina (US$17.000 frente a US$25.000 anuales)”, según un informe de febrero de 2012 de Restaurant Opportunities Centers United.
“La brecha de género en la remuneración es aún mayor en el caso de las mujeres de color. Por ejemplo, las mujeres negras cobran sólo el 60% de lo que se paga a los camareros varones”.
El informe constató que, entre razones de género y económicas más complejas, las camareras cobran menos porque las mujeres, particularmente las de color, trabajan con mayor frecuencia en establecimientos de comida rápida y de estilo familiar, no en restaurantes, donde las propinas son más altas.
Existe una tendencia reciente contra la propina, en tanto algunos restaurantes calculan el cargo por servicio en el coste de sus productos. El famoso empresario gastronómico Danny Meyer prohibió totalmente la propina en sus restaurantes. No obstante, los restaurantes mantienen, en su mayoría, políticas de propina.
Los problemas con la propina se extienden más allá del sector gastronómico. La encuesta demostró que el 31% de los encuestados nunca le da propina a su ama de llaves cuando se aloja en un hotel y el 30% nunca le da propina a su camarero en una cafetería.
A los peluqueros y barberos les va levemente mejor: sólo el 12% de los encuestados no paga nada a estos trabajadores. Las mujeres son más propensas que los hombres a dejar propina en estas tres situaciones.
¿El balance final? Dejemos una propia a las personas que nos atienden.