El expresidente peruano Alberto Fujimori evoluciona favorablemente de una enfermedad cardíaca y podría dejar la unidad de cuidados intensivos en la que se encuentra desde hace más de 48 horas, aunque deberá seguir hospitalizado, dijo este jueves a la AFP su médico personal Alejandro Aguinaga.
“Evoluciona favorablemente, la recuperación es lenta pero sostenida, está al 90% y podría pasar a cuidados intermedios o una habitación” durante esta jornada, indicó Aguinaga sobre el estado de salud de Fujimori, de 79 años.
El exgobernante (1990-2000) fue trasladado de urgencia a una clínica desde la prisión que ocupa la madrugada del martes, tras presentar una enfermedad cardíaca severa descrita como “taquicardia supraventicular” por el médico de cabecera.
“Acabo de visitar a mi papá, lo siguen estabilizando. Gracias a todas las personas que expresan su apoyo. Esa es la mejor medicina para AF” (Alberto Fujimori), tuiteó la noche del miércoles su hijo menor y congresista Kenji Fujimori.
Es la segunda vez en los últimos tres meses que Fujimori es hospitalizado por males cardíacos. La diferencia ahora es que la recuperación ha sido más lenta que en mayo, cuando presentó una arritmia por problemas de insuficiencia en la válvula mitral, evocó Aguinaga.
La salud de Fujimori ha despertado apasionados debates en Perú desde que el presidente Pedro Pablo Kuzcynski aseguró en abril que evalúa darle un indulto humanitario, con base a un informe médico independiente.
Varias fuentes indican que el beneficio se podría otorgar a fin de año, semanas antes de la visita del Papa Francisco prevista para el 18 enero de 2018.
“Alberto Fujimori avanza en edad, cada vez se suman nuevas patologías, nuevas enfermedades que lo van deteriorando”, dijo el miércoles Aguinaga al Canal N de televisión.
A sus problemas cardíacos y de hipertensión, Fujimori suma depresión y una lesión cancerígena en la lengua por la cual ha sido operado hasta en seis ocasiones desde fines de la década de 1990.
El autócrata expresidente cumple desde 2007 una condena de 25 años de cárcel por corrupción y crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gestión.