Bloomberg.- Randall Stephenson no tiene intención de vender trofeos como CNN para lograr que su contrato soñado de US$85.000 millones sea aprobado en Washington. Pregúntele por qué y él expondrá sus argumentos con la serie “Gunsmoke” (“La ley del revólver”).

Stephenson, máximo ejecutivo de AT&T Inc., que aspira a hacerse con Time Warner, cuenta la historia del canal de cable Starz. Según cuenta Stephenson, Starz trató de utilizar la programación original como moneda de cambio en las negociaciones contractuales con DirecTV, alardeando de “Power” y otros nuevos programas y sin mencionar a la serie del oeste que llevaba emitiéndose 42 años.

Randall Stephenson
“No sabían que su contenido más visto eran los viejos episodios de ’Gunsmoke’”, dijo Stephenson recientemente. (Un portavoz de Starz señaló que “Power” atrae a un grupo demográfico más joven y urbano).

El punto es que DirecTV era muy consciente de la perdurable popularidad del comisario Matt Dillon y la influencia detrás de esa idea es lo que ha hecho que Stephenson esté tan entusiasmado por adquirir todo Time Warner.

El proveedor por satélite tenía lo necesario, porque puede utilizar los datos que su matriz AT&T ha acumulado mediante el seguimiento de los hábitos de más de 100 millones de clientes de televisión, internet y servicios móviles.

Ese tipo de información vale oro. Combinada con el alcance publicitario de la programación de Time Warner, incluido Turner Sports y HBO, sería explosivamente rentable, en opinión de Stephenson.

Pero no puede sacar provecho si los reguladores antimonopolio insisten en que abandone algunas propiedades, ya sea DirecTV o la división Turner Broadcasting de Time Warner, propietaria de CNN, TBS, TNT, Cartoon Network y decenas de otros.

James Arness como comisario Matt Dillon en un episodio de “Gunsmoke”

Stephenson ha dicho que no hará eso. AT&T irá a la lucha enviando a los lobbistas para defender su proyecto de unión en el Capitolio. También están resaltando la intensa aversión del presidente Donald Trump por CNN para hacer entrever que la política está involucrada, según fuentes familiarizadas con el asunto.

Time Warner, intacto, sería un premio de tal magnitud que AT&T luchará en los tribunales por él, dijo Jan Dawson, analista de Jackdaw Research. En pocas palabras, “necesitan poseer contenido”.

El Departamento de Justicia está presionando a AT&T para que acepte las desinversiones, de acuerdo con fuentes con conocimiento de la situación. Señalaron que la agencia está preocupada por el poder ejercido por AT&T, el mayor distribuidor de televisión de pago en el país con DirecTV y U-verse.

Algunos inversionistas y analistas han expresado otras preocupaciones, a saber, que la combinación de compañías tan diferentes para crear un gigante de casi US$ 200,000 millones es buscarse problemas. Los escépticos apuntan a la desastrosa pareja Time Warner-AOL.

También señalan que las adquisiciones de AT&T generalmente son absorbidas; DirecTV, adquirida en 2015, es dirigida por ejecutivos de compañías telefónicas que reemplazaron a la mayoría de los gerentes originales.

Es por eso que “mi respuesta elegante solía ser que este acuerdo no tiene mucho sentido”, dijo Amanda Lotz, profesora de medios en la Universidad de Michigan. “Pero si utilizan colectivamente la inteligencia que tienen en coordinación con cómo funciona Hollywood, podría haber algo que ganar”.

En otras palabras, Stephenson solo necesita dejar que Time Warner sea Time Warner. “Aún podrían tropezar, pero este acuerdo no depende de cambiar ninguna de las dos compañías para obtener beneficios financieros”, dijo Rosabeth Kanter, profesora de Harvard Business School.