Tiene poco tiempo para conversar. Necesita regresar al interior del Estadio Alejandro Villanueva, ubicado en La Victoria, para ultimar detalles de la práctica acabada de impartir.
Pablo Bengoechea, DT de Alianza Lima y exentrenador de la selección peruana, no vacila al afirmar sus responsabilidades actuales, así como las de su plantel, actual campeón del Apertura.
Fue futbolista y hoy es entrenador. ¿Qué le han dejado estas facetas?
Es prácticamente todo lo mismo con diferentes funciones. Ser jugador de fútbol es mucho más lindo que ser entrenador. Es más lindo jugar que dirigir. Estoy muy feliz de lo que me tocó vivir como futbolista.
¿Se siente satisfecho?
Estoy muy feliz por esa etapa y creo que me sirve de mucho en esta función de entrenador. Creo que soy entrenador gracias a todo lo que viví anteriormente.
¿Y cómo se complementan estas dos facetas?
Sin ningún problema. La etapa de jugador ya terminó. No se mezclan. Ahora se piensa diferente. De jugador es mucho más sencillo.
¿A qué se refiere con esto?
Que un jugador va al entrenamiento y luego se encarga de descansar, pero como entrenador, eres entrenador las 24 horas. Tienes que estar pendiente de todo el plantel siempre.
¿Cómo motiva a su equipo?
Creo que un jugador se tiene que motivar solo. No precisa de un empujón.
¿Por qué?
Ellos tienen que tener claro que deben cumplir con su trabajo, con las responsabilidades, no perjudicar nunca al grupo. Todo eso es parte de una motivación. Si lo entienden, funciona todo bien, y el que no lo entienda queda de lado solo.
Eso tiene que ver mucho con la disciplina…
Pero nada del otro mundo. Hay tiempo para todo luego del entrenamiento: para salir a pasear, para ver a la mamá, al papá, a la esposa, a la novia, a los hijos.
¿Cómo es su interacción con su equipo?
Normal. Ellos son futbolistas, yo soy el técnico. Ellos tienen que estar de la mejor manera siempre. Yo elijo a quién pongo el fin de semana, a quién saco, los cambios que hago.
¿Cómo es trabajar con jugadores jóvenes y con otros que son experimentados?
Con los experimentados no hay ningún problema. Tienen clarísimo lo que es el fútbol y lo que es ser jugador de fútbol profesional. Al joven sí hay que explicarle permanentemente lo que es ser uno.
¿De qué forma?
De que no se puede ser como los amigos. Ellos tienen una vida, estudian, se divierten. El jugador de fútbol tiene que entrenar y cuidarse.
¿Cómo ha sido la adaptación a un club extranjero?
Vivo aquí, así que no ha habido mucha dificultad. Uno conoce cómo se vive en Lima, cómo es la sociedad. Normalmente, ya estaba informado de cómo funcionan los clubes aquí .
¿Cuál ha sido la ventaja de ello?
Que tenemos mucho futbolista que conocemos y que ellos nos conocen. Entonces eso ayuda muchísimo a que la relación o adaptación a trabajar juntos sea más fácil.
¿Hubo alguna exigencia cuando ingresó a Alianza Lima?
Deportiva, sí, muchas. El club lo maneja la administración; el área de fútbol la manejo yo.
¿Cómo se maneja?
En mi área, soy solo yo el que manda, en forma asertiva y educada. No acepto imposición alguna, como no me meto en las otras áreas. Cada uno con las funciones claras dentro de su área.