El mayor temor de las mujeres mayores de 38 años es perder su empleo y no contar con los ahorros suficientes para continuar manteniendo su hogar, así lo reveló el estudio denominado “Mujeres peruanas que trabajan” elaborado por la consultora de recursos humanos ER Ronald.

La misma fue realizada entre 300 mujeres de 38 a 60 años de los sectores socio económicos A/B/C, que laboran como gerentas, jefas y supervisoras en diversas empresas de Lima – de la Generación X y Baby Boomers – y detalló que el 60% de estas mujeres temen a que la despidan y la liquidación más sus ahorros no le alcancen para seguir manteniendo a sus familias o lograr sus metas.

Cabe precisar que la mayoría de mujeres encuestadas para esta evaluación, realizada en febrero de este año, son madres que tuvieron que asumir la responsabilidad integra de sus hijos, por lo que su mayor temor radica en no tener el sustento económico para solventar los estudios universitarios o técnicos de sus vástagos.

Ernesto Rubio, gerente general de la consultora, afirmó que este temor se fundamenta en que el sistema pensionario todavía no ofrece a las mujeres una pensión digna que les permita dejar de lado estos miedos y disfrutar de su jubilación.

“El sistema pensionario no les ofrece una pensión digna, por lo que la preocupación existe ya que son proveedoras del hogar en su mayoría”, apuntó el especialista.

Otro dato que se halló en la encuesta es que el 39% de estas “mujeres” hubieran optado por estudiar una carrera relacionada a los negocios como ingeniería empresarial, administración, economía u otras profesiones que le darían las herramientas necesarias para desenvolverse como empresarias.

La encuesta se realizó, cabe indicar, entre mujeres cuyo rango de salario oscila entre los S/ 8,000 y S/ 20,0000 mensuales. “No hemos entrevistados a mujeres que laboran bajo la informalidad”, explicó. Le siguen otras profesiones como el marketing, la medicina, la música, la responsabilidad social, entre otros.

En los próximos cinco años

Un detalle que llama la atención es que 90% de las mujeres encuestadas aspiran a tener un negocio propio, percibiéndose un espíritu emprendedor en las mujeres mayores de 38 años.

Así, el 46% de estas mujeres se ve en el mediano plazo con un ascenso y mejores ingresos; mientras que un similar porcentaje quisiera trabajar por su cuenta.

Apenas 8% aspira a retirarse definitivamente de la actividad comercial o del rubro profesional en la que se desempeña. “Este espíritu emprendedor es una expresión de deseo, dado que para emprender un negocio se debe contar con determinadas características y este grupo de mujeres está acostumbrada a un salario fijo”, explicó Rubio.