AFP.- El papa Francisco pidió este domingo a Colombia cambiar “la cultura de la muerte” por la “de la vida”, al cierre de su visita a un país que intenta superar más de medio siglo de sangriento conflicto armado.
”Se nos exige generar desde abajo un cambio cultural: a la cultura de la muerte, de la violencia, responder con la cultura de la vida, del encuentro”, dijo el sumo pontífice en el puerto de Cartagena durante la última de las cuatro misas multitudinarias que celebró durante una gira de cinco días en Colombia.
Francisco, que en su visita abogó por la reconciliación en un país que busca poner fin al último conflicto armado de América, instó a los colombianos a construir la paz “no con la lengua, sino con manos y obras”.
“Si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso” en la dirección “del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias”, agregó el santo padre.
El pontífice argentino apoyó sin titubeos el pacto de paz firmado en noviembre entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que fueron la principal guerrilla del continente y ahora están convertidas en partido político.
“Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y cultural”, apuntó Francisco en su último mensaje antes de partir este domingo de regreso al Vaticano, en el que también abogó por la defensa de la naturaleza, los derechos humanos y los desposeídos.
El papa recordó que durante estas jornadas que lo llevaron a Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena ha escuchado diversos testimonios de víctimas con “heridas terribles que pude contemplar en sus propios cuerpos” y que, sin embargo, “han salido al encuentro de personas que les habían dañado”, Francisco.
Colombia vive un conflicto armado que durante medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcotraficantes, con saldo de 7.5 millones de desplazados entre muertos, desaparecidos y desplazados.
El gobierno busca la “paz completa”, por lo que negocia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), última guerrilla activa del país, una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Iglesia.