Bloomberg.- Elon Musk puso paños fríos a las expectativas sobre el nuevo cohete de Space Exploration Technologies diseñado para llevar a personas particulares al espacio, diciendo que quien quiera estar entre los primeros pasajeros tendrá que ser “valiente”.

El SpaceX Falcon Heavy, un cohete con dos propulsores adicionales unidos y un total de 27 motores que deben encenderse simultáneamente, tendrá tensiones enormes y ha sido difícil de probar en tierra, dijo Musk el miércoles en Washington.

En broma instó a los asistentes a una conferencia en la Estación Espacial Internacional que vean el primer intento de lanzamiento.

“Les garantizo que será emocionante”, dijo.

SpaceX tiene una ambiciosa agenda para el cosmos en los próximos años. La compañía comenzó a recaudar pagos iniciales de ciudadanos para un viaje alrededor de la luna en el cohete Falcon Heavy. Y está trabajando con la NASA para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional.

Sin embargo, hasta el momento, la compañía solo ha transportado carga, y Musk dijo que hacer la transición a pasajeros es “un gran paso”.

La compañía también enfrenta serios desafíos. La Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos (GAO, por su sigla en inglés) encontró a principios de este año que SpaceX y Boeing deben lidiar con peligros potenciales de seguridad que pueden posponer las aprobaciones para el transporte de astronautas hasta 2019. Un contrato de EE.UU. con Rusia para el transporte a la estación espacial expira ese año.

Los hallazgos de la GAO siguen a un informe de septiembre de la Oficina de la Inspección General de la NASA que advirtió de “múltiples desafíos que probablemente retrasarán el primer vuelo de rutina en llevar astronautas de la NASA a la estación internacional hasta finales de 2018”.

Los desafíos de financiación de la agencia, los retrasos en el proceso de evaluación de la NASA y los retos técnicos con los diseños de la nave han contribuido al retraso del programa.

Los informes siguieron a dos grandes contratiempos con sus cohetes desde 2015, una señal de lo difícil que puede ser la ciencia de cohetes.

El 28 de junio de 2015, un cohete SpaceX Falcon 9 se desintegró poco después del lanzamiento desde Cabo Cañaveral, Florida. Otro Falcon 9 explotó en el suelo en Florida.

Pero SpaceX también ha tenido numerosos éxitos, por lo que es una de las empresas más formidables en el mercado espacial. Ha sido pionera en cohetes reutilizables, por ejemplo, aterrizando con éxito en Cabo Cañaveral y en una barcaza oceánica.