Siempre hay un Medici millonario que compre su Da Vinci

Según una encuesta de Deloitte, el 38% de los expertos encuestados en junio de este año pensaba que el mercado de arte contemporáneo y de posguerra de EE.UU. registraría una caída en los próximos 12 meses. En enero de 2016, era del 9%.

Bloomberg.- Salvator Mundi significa salvador del mundo. Si bien es una exageración decir que la venta de la pintura de Leonardo da Vinci (bueno, los compradores esperan que sea de él) ha salvado al mundo del arte, sin duda ha dado un golpe de energía a las personas cuyo trabajo es exigir sumas cada vez más enormes por las pinturas de la humanidad.

Los US$ 450,3 millones que se desembolsaron por el redescubierto Da Vinci están en una clase propia desde el punto de vista financiero, por supuesto. Pero también es una guinda muy generosa para lo que ya ha sido un sabroso otoño en las casas de subastas de Nueva York y Londres.

Esta semana, un lienzo de Vincent van Gogh se vendió en US$ 81.3 millones, casi un récord para el holandés.

Después de las caídas de las ventas mundiales en el mercado del arte en 2015 y 2016, según la firma de investigación Arts Economics, hay una recuperación en marcha.

Gran parte de esto proviene de una mayor oferta en el extremo de altísima gama, con obras de Jean-Michel Basquiat, Cy Twombly, Constantin Brancusi y Francis Bacon saliendo a subasta. Como se vio con el Da Vinci, la venta de un trabajo ultracaro puede tener un gran impacto en los recuentos anuales.

Pero el mismo hecho de que las personas estén subastando sus obras de arte muestra el regreso de la confianza después de un par de años de -relativa- inactividad.

Si bien todavía queda la exhibición Art Basel de Miami a principios de diciembre, el desempeño del segmento de alta gama del mercado, como se ha visto esta semana, debería ser positivo para el recuento final de 2017.

Según Artprice.com, las subastas de obras de arte tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido han aumentado en los primeros 10 meses de este año, en comparación con 2016. La caída de la libra esterlina obviamente ayudó a Londres.

Mientras tanto, los mercados accionarios y las sólidas economías envalentonan a compradores y vendedores. El índice mundial de acciones MSCI World ha subido un 16% este año, triplicando así su rendimiento del año pasado.

Todos los mercados de lujo operan bien cuando los consumidores se sienten ricos y felices. El arte no es la excepción. Los inversores están buscando una ventaja, lo que no siempre es fácil con mercados bursátiles en alza y bonos que registran un rendimiento deficiente. Activos alternativos como un Picasso o un Van Gogh son una manera de conseguirla.

De todos modos, nada está garantizado en este tipo de precios. Esta semana, un impecable diamante transparente de 163 quilates se vendió en US$34 millones en Ginebra, menos de lo que esperaban algunos expertos en joyería. Un mes antes, una pintura de Francis Bacon ofrecida por US$78 millones en Londres no atrajo ninguna oferta.

Entonces, aunque hay más compradores dando vueltas, tienen cuidado de no ser demasiado imprudentes. El decepcionante precio del diamante también podría reflejar el hecho de que los compradores chinos, que regresaron después de la campaña contra la extravagancia, aún no han regresado con fuerza.

La pregunta vale casi tanto como un Da Vinci redescubierto, ¿continuará el reciente impulso? La respuesta parece ser que sí, aunque con precauciones.

Los recientes precios de venta deberían alentar a más vendedores a poner las obras en el mercado. Pero es posible que quieran moverse con rapidez. Si bien la libra esterlina ha hecho maravillas en las subastas de Londres, todavía hay mucho miedo a medida que se avecina el Brexit.

Según una encuesta de Deloitte, el 38% de los expertos encuestados en junio de este año pensaba que el mercado de arte contemporáneo y de posguerra de EE.UU. registraría una caída en los próximos 12 meses. En enero de 2016, era del 9%.

Donald Trump es otra gracia mixta. Si bien los recortes tributarios a los ricos impulsarían la demanda, la pérdida de un vacío legal que ha impulsado al mercado estadounidense del arte podría contrarrestarlos.

La represión de la corrupción en Arabia Saudita también es confusa. Las acciones de Sotheby’s se han tambaleado en las últimas semanas, en parte debido a que Mohammed bin Salman puso la mira en los activos de príncipes como él.

Dicho esto, existe una posibilidad de que la incautación de activos saudíes sea más modesta de lo que se pensaba. En tanto la gente lleve sus mejores Warhol y Giacometti al mercado, habrá algún aspirante a Medici multimillonario que se quede con ellos.

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