¿Cómo usar adecuadamente la factura negociable?

Su uso es obligatorio para toda empresa que facture hasta 2,300 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) anuales, que equivalen a S/. 8.74 millones.

La factura negociable es un título valor que se extiende a favor de una persona determinada, el cual puede ser entregado a un tercero mediante el endoso, y se origina en una transacción de venta de bienes o servicios al crédito.

Dicho título valor está vigente desde junio del 2011 y su uso es obligatorio para toda empresa que facture hasta 2,300 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) anuales (S/. 8.74 millones), es decir, tanto las pequeñas y medianas empresas como las microempresas deberán emitir una copia adicional a las ya establecidas al momento de facturar (cliente, emisor y Sunat).

¿Cómo usar la factura negociable?
Para usar la factura negociable, se debe contar con un talonario de comprobantes de pago donde se incluya dicho título valor. Esta nueva copia debe llevar impresa la denominación “Factura Negociable” y una nota en los márgenes que diga “Copia Transferible – No válida para efectos tributarios”.

Asimismo, entre la información indispensable que debe tener éste título se encuentra: firma y domicilio de quien emite el comprobante; domicilio del adquiriente del bien o usuario del servicio; fecha de vencimiento, el cual sino no es explicitado se asumirá que será a los 30 días calendario siguientes a la aceptación del título valor; el monto total o parcial pendientes de pago por el adquiriente; la fecha de pago de las cuotas pendientes (de ser el caso); y la fecha y constancia de recepción de la factura.

También es necesario resaltar que el adquiriente del bien o servicio cuenta con ocho días para dar la conformidad a la factura emitida una vez que ésta es recibida.

Pasado ese periodo, y si el cliente no se ha manifestado acerca de la aprobación del título, se presume la aceptación irrevocable de la factura, por lo que a partir de ese momento el proveedor puede endosarla a la entidad financiera que vea conveniente.

Ya emití mi factura ¿y ahora qué hago?
La razón de ser de la factura negociable, y que originó su creación, es que puede convertirse en una herramienta efectiva capaz de brindar acceso a liquidez en el corto plazo.

Para ello, el proveedor o quien tiene la potestad sobre la factura negociable puede acercarse a las entidades financieras que ofrezcan productos como el factoring o descuento, y endosarla. Una vez realizado el endoso, el banco entrega liquidez al proveedor aplicando una tasa de descuento, con lo cual la entidad pasa a ser el poseedor legítimo del mencionado título valor.

Es importante destacar que al darle el estatus de título valor a las facturas, las entidades financieras a quienes se les endose estos documentos tienen la potestad de acudir a la vía judicial en caso de producirse un incumplimiento en el pago de la factura, el cual es un medio mucho más ágil y rápido para realizar la cobranza que hacerlo a través de, por ejemplo, instancias administrativas.

Otros beneficios
Al usar la factura negociable, la empresa proveedora de bienes y servicios puede realizar sus ventas al crédito con mayor confianza, ya que cuenta con el respaldo de un documento que garantiza su cobro en la fecha establecida.

Asimismo, al endosar la factura a una entidad especializada, el proveedor reduce los costos que acarrea el cobro de la misma, pues obtendrá liquidez a mucho menor plazo y sin depender del cobro de dicha obligación. En ese sentido, al ingresar liquidez más rápidamente y disminuir algunos gastos, los flujos de caja de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) mejoran.

El uso de la factura negociable, y su posterior endoso, también ayuda a crear un historial crediticio con las entidades financieras. Un gran número de Mipymes, a pesar de ser formales, no han podido integrarse al sistema financiero; por ello, la factura negociable es una excelente herramienta para lograr que estas empresas puedan establecer sus primeros vínculos con la banca local.

Análogamente, las entidades financieras, al conocer el movimiento transaccional de las Mipymes, pueden ofrecer productos y servicios a la medida de dichas unidades productivas, mejorando las condiciones crediticias –como tasas de interés, plazos y montos más atractivos- a medida que conoce más a su cliente.

Según la Asociación de Bancos (Asbanc), las operaciones de factoring y descuentos en la banca comercial peruana muestran una tendencia creciente en los últimos doce meses, aunque presentan cierta desaceleración en lo que va del presente año.

Así, el saldo de créditos otorgados bajo ambas modalidades en conjunto por la banca privada ascendió a S/. 6,237 millones al cierre de mayo de 2014, cifra mayor en S/. 61 millones (0.98%) respecto a la reportada en abril del mismo año, y superior en S/. 676 millones (12.16%) frente a la registrada en mayo de 2013.

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