(Bloomberg).- Cuando Mondelez International Inc. dijo el pasado miércoles que la máxima responsable, Irene Rosenfeld, se retiraba, no sorprendió que la compañía de alimentos también anunciara que la reemplazaría un hombre.

Desde 2009, 19 máximas responsables de empresas en el Standard & Poor’s 500 dejaron su puesto. En sólo tres de esos casos fueron reemplazadas por otra mujer, según datos compilados por Bloomberg. Rosenfeld, de 64 años, se retirará en noviembre y la sucederá Dirk Van de Put, quien actualmente dirige McCain Foods.

“Esto pone de relieve lo verdaderamente excepcional que es que una máxima responsable sea sucedida por otra mujer”, dijo Brande Stellings, vicepresidenta primera de servicios de asesoramiento en Catalyst, que hace un seguimiento de la diversidad en las empresas. “Desde que tuvimos la primera máxima responsable en el Fortune 500 en 1972, sólo ha habido un total de 62, lo cual resulta bastante asombroso”.

Los inversores están presionando a las juntas directivas para que mejoren los deslucidos récords de diversidad, particularmente este año, en el que State Street Corp. y BlackRock Inc. votaron en contra de cientos de directores en compañías a las que se consideró rezagadas en materia de paridad de género y otros indicadores.

McKinsey & Co. y otras firmas consultoras están aportando una serie creciente de investigaciones en las que se indica que las compañías que abandonan el liderazgo masculino blanco y monolítico tienen un desempeño mejor que las que no han cambiado su estructura.

De todos modos, la mayoría de las mediciones de la diversidad se han mantenido sin cambios durante una década.

La orientación que adopta una compañía en materia de diversidad proviene de consejo de administración, dominado desde el siglo pasado por varones blancos.

Al elegir un nuevo máximo responsable, los miembros de la junta directiva tienden en general a confiar más en personas que conocen que en ejecutivos seleccionados por agencias de contratación que analizan a candidatos de un área más amplia, dijo Trina Gordon, máxima responsable de la firma de búsqueda de ejecutivos Boyden. Aproximadamente el 80% de los directores del S&P 500 son hombres.

“Las juntas directivas siguen sin ser diversas, y si no hay diversidad a nivel de gestión, no se dan muchos cambios”, dijo Gordon.

Las previsiones señalan que las mujeres, que conforman aproximadamente la mitad de la fuerza de trabajo estadounidense, no conquistarán la paridad en las juntas directivas hasta 2032, según una estimación de junio de la agencia de contratación de ejecutivos Heidrick & Struggles.

El ascenso de Debra Crew para suceder a Susan Cameron como máxima responsable de Reynolds American Inc. a comienzos de este año constituyó el primer traspaso de mujer a mujer en el S&P 500 en cinco años, según datos de la firma Spencer Stuart. La distinción duró poco ya que antes de tomar el puesto, British American Tobacco Plc dijo que compraría a Reynolds. Ahora Crew depende del máximo responsable de BAT, Nicandro Durante.

Antes de dicha transición, la última vez que una máxima responsable fue reemplazada por otra mujer tuvo lugar en 2012, cuando Sheri McCoy sucedió a Andrea Jung en Avon Products Inc. McCoy anunció este jueves que renunciaba de Avon, que ya no está en el S&P 500. No se ha designado a la persona que la sucederá.