Para Manuel Bermejo, en Latinoamérica sobra pasión y falta razón a la hora de gestionar empresas familiares.
¿Usted prefiere el término “emprendedor familiar”?
Me gusta usar este término porque cada vez se usa más la palabra “emprendedor” que “empresario”.
Esta última tiene una connotación negativa, de usura, de explotación, y arrastra todo un contexto del siglo XIX, mientras que al “emprendedor” se le percibe como moderno, innovador, socialmente responsable.
Lo que diferencia a un emprendedor familiar es el deseo de perpetuar el negocio en manos de la familia, lo cual implica carácter y visión de largo alcance, algo muy sano para la compañía.
¿En dónde se pierden las empresas familiares a la hora de ser prácticas, eficientes?
Por mi experiencia en América Latina, veo que les pierde mucho el exceso de pasión y la falta de razón. Veo que somos demasiado pasionales, personalizamos las cosas.
Cuando alguien dice: “¿Qué está pasando con la cuenta de esta tienda que se ha disparado?”, el responsable enseguida piensa que le están atacando y no es así. Algunas veces no tenemos la cabeza lo suficientemente fría, cuando en el contexto de competencia y dinamismo que hemos vivido en los últimos años hay que ser riguroso, profesional, racional.
¿Eso se aprende en la universidad?
Quienes ahora están asumiendo el liderazgo han vivido en un contexto mucho más favorable porque en las escuelas de negocios y universidades se estudia este fenómeno desde hace unos 15 o 20 años.
Lo que hicieron sus antecesores fue crear la empresa, lo cual ya tiene un mérito bárbaro, pero la generación actual está más sensibilizada sobre los problemas que genera manejar ese trinomio empresa-propiedad-familia, un triángulo que mal manejado puede ser desastroso, y bien gestionado puede ser muy potente.
Me parece que no hay ningún tipo de organización más potente que una empresa familiar. Es la organización más potente por las posibilidades de crecer y perdurar en el tiempo.
¿Cuáles son los principales retos?
La gente de 40 y 50 años está viviendo el tránsito a la siguiente generación, a los que les va a tocar asumir un protagonismo muy importante en sus empresas. Esta generación está mucho más consciente que sus antecesores de los problemas que per se puede generar tener una empresa familiar y buscan un discurso diferente.
Dato
El Congreso de Empresas Familiares se realizará en el Hotel Westin (Las Begonias 450, San Isidro) el martes 28 de abril de 9:00 a.m a 5:00 p.m. Informes al teléfono 311-6311 o al correo yllosa@prensapopular.com.pe.