(Bloomberg) El mercado automotor de Estados Unidos ha alcanzado su nivel máximo y se reducirá este año, en momentos en que los fabricantes utilizan incentivos sin precedentes para apoyar las ventas de automóviles en medio de una demanda en caída, dijo un ejecutivo de Toyota Motor Corp.
Las entregas en toda la industria podrían disminuir hasta 17 millones de vehículos del récord del año pasado de cerca de 17.5 millones, según Bob Carter, presidente de la unidad de ventas de Toyota en EE.UU.
Un rápido cambio en la demanda hacia los vehículos utilitarios deportivos a expensas de los sedanes es el factor principal que impulsa los grandes descuentos de los fabricantes de automóviles, dijo.
“Una vez que la industria empiece a emparejar su producción con la demanda del consumidor, tal vez veremos un poco de relajación en algunos de estos incentivos”, dijo Carter el martes en una conferencia en Nueva York organizada por la Asociación Nacional de Concesionarios Automotrices y JD Power.
Los descuentos de Toyota son “más altos de lo que hemos experimentado” jamás, impulsados por camionetas que alcanzan cerca de 65% de las ventas de la industria, cuando antes representaban aproximadamente la mitad.
Después de siete años consecutivos de crecimiento, las ventas de automóviles en EE.UU. han disminuido en cada uno de los primeros tres meses de 2017.
La desaceleración ha contribuido a un exceso de inventario de vehículos nuevos, además de una inundación de automóviles que regresan al mercado de usados después de que sus arrendamientos expiran ha comenzado a deprimir sus precios. Para deshacerse del inventario e impulsar la demanda de autos nuevos, los fabricantes han estado gastando un promedio de más de US$4.000 en incentivos por vehículo, un récord, según JD Power.
Incentivos tóxicos
Mantener las ventas récord del año pasado causaría daños a largo plazo a la industria, advirtió Thomas King, analista de JD Power, en la conferencia. El investigador predice que las entregas igualarán los niveles del año pasado debido a las ofertas del descuento igual a cerca de 10% del precio medio para los nuevos vehículos.
Las ventas están siendo “impulsadas por incentivos de época de recesión”, dijo King. “Ambos no pueden coexistir en una definición de una industria saludable”.
Carter de Toyota dijo que la compañía espera que las ventas de la industria terminarán el año en entre 17 millones y 17,2 millones de vehículos. Una disminución a la cifra más baja sería el equivalente de aproximadamente dos grandes plantas automotrices de producción.
Los autos no volverán a vender más que los vehículos utilitarios, aunque la llegada de versiones rediseñadas del Camry de Toyota y el Accord de Honda pueden evitar que el segmento siga disminuyendo, predijo.
“Después de lo que todos experimentamos en conjunto en 2009 y 2010, vamos a estar bien”, dijo Carter.
