(Bloomberg).- Si bien los bonos de mercados emergentes experimentaron una racha alcista de 18 meses hasta junio, algunos de los mayores fondos de deuda del mundo no tienen motivos para festejar.
Fondos de países en desarrollo desde Pictet Asset Management Ltd. y Neuberger Berman Group LLC hasta RBC Global Asset Management Ltd. cerraron el primer semestre de 2017 como algunos de los de peor desempeño de su clase, según datos compilados por Bloomberg. Carteras gestionadas por BlackRock Inc. y la unidad de gestión de activos de JPMorgan Chase & Co. también terminaron en el cuartil inferior.
Gran parte de la baja rentabilidad se debe a América Latina, que ha sido uno de los destinos favoritos de muchos de los mayores fondos de bonos desde principios del 2016.
La deuda de la región ha demostrado ser menos lucrativa este año en el que presidentes favorables al mercado desde Brasil hasta Perú han sido arrastrados por escándalos de corrupción. Los bonos soberanos de América Latina denominados en dólares han pagado 5.8% este año hasta junio, comparado con un promedio de 14% en el 2016.
El Pictet Short Term Emerging Corporate Bonds Fund, administrado por Alain Defise, ocupó el último lugar para los primeros seis meses del 2017, según un análisis de Bloomberg de los fondos de deuda de mercados en desarrollo con al menos US$ 1,000 millones en activos.
El fondo de US$ 1,300 millones tuvo un rendimiento de 2.2% para el periodo comparado con una ganancia media de 7.6% para sus pares.
Defise acumuló deuda corporativa brasileña en los meses previos al bajón de mayo cuando acusaciones de corrupción se extendieron al presidente Michel Temer. El fondo Pictet también contiene empresas chinas cuyos rendimientos han quedado rezagados con respecto al promedio de los mercados emergentes este año. Defise y Sarah Weigall, una vocera de Pictet, se negaron a comentar.
El Neuberger Berman Short Duration Emerging Market Debt Fund sufrió de su exposición a Brasil, donde los bonos de JBS SA, el procesador de carne en el centro del último escándalo del país, perdió valor. La cartera pagó 2.4% en los primeros seis meses de este año.
El fondo, que favorece los créditos de menor volatilidad, compró más notas brasileñas luego de que el escándalo de Temer estalló, considerando la deuda atractiva a esos niveles, según Jennifer Gorgoll, cogerente de la cartera. También añadió exposición a Catar, considerando un impasse diplomático con sus vecinos árabes como una oportunidad de compra para cuando los diferenciales se amplíen.
El objetivo del fondo Short Duration no es superar el índice de referencia al comprar y vender créditos, sino ofrecer un rendimiento en efectivo más 300 puntos base en un ciclo de tres a cinco años.
La firma dice que una comparación más directa de su fondo en el Neuberger Berman Emerging Market Hard Currency Fund, que pagó un retorno de 7.8% en los primeros seis meses del 2017. Ese fondo tiene US$ 529 millones en activos.
Después de situarse en el tercio superior de sus pares el año pasado, el BlackRock Emerging Market Bond Fund de US$ 3,800 millones pagó 5% en la primera mitad del 2017, ya que las apuestas en notas venezolanas y rusas de alto rendimiento no lograron replicar las ganancias del 2016.
El JPMorgan Emerging Markets Strategic Bond Fund de US$ 1,000 millones ganó 5.1% este año hasta junio, luego de ubicarse en el tercer tercio inferior el año pasado. La exposición a bonos colombianos y rusos locales, así como a los bonos internacionales de empresas de Omán y China, contribuyó a que el desempeño fuera inferior.
Estos son los peores resultados de enero a junio.
Entonces, ¿cómo los fondos en esta categoría superaron el rendimiento? Los principales rendimientos de bonos soberanos en el primer semestre provinieron de Camerún, Mongolia y Costa Rica, según datos compilados por Bloomberg, países que a menudo constituyen un pequeño porcentaje de participaciones en los mayores fondos de mercados emergentes.
Eso explica cómo el Fonditalia Emerging Markets Global Bond Fund de US$ 1,100 millones encabezó la lista con una rentabilidad de 14% para el periodo. La cartera se benefició de apuestas a bonos de Mongolia, Egipto, Costa Rica y República Dominicana y de la reducción de la exposición a Perú, Brasil y Venezuela a mediados de la primavera boreal.
Incluso algunos de los mejores actores del año pasado enfrentaron turbulencias en el primer semestre.
Después de superar a 96 por ciento de sus pares en el 2016, el DoubleLine Emerging Markets Fixed Income Bond Fund de US$ 1,100 millones devolvió 5.9% en la primera mitad de este año. Eso colocó el fondo en el percentil 31.
En los cinco años que terminaron el 30 de junio, se ubicó en el percentil 69. Su segunda mayor posición, bonos argentinos con vencimiento en el 2027, se redujo 0.8% en los primeros seis meses del año, según datos de Bloomberg. Un portavoz de DoubleLine se negó a comentar.
El Ashmore Emerging Markets Debt Fund de US$ 1,300 millones también perdió terreno. Altas posiciones en Venezuela y Ecuador le ayudaron a superar a todos sus pares el año pasado, cuando las notas lideraron las ganancias mundiales. En los últimos seis meses, sin embargo, el fondo fue superado por casi dos tercios de sus pares.
Representantes de BlackRock, JPMorgan, RBC y Ashmore se negaron a comentar.
Las notas de Brasil y Venezuela que tuvieron un desempeño inferior a principios de este año probablemente repunten en el segundo semestre, según Greg Saichin, director de inversiones para bonos de mercados emergentes de Allianz Global Investors en Londres, que tiene US$ 511,000 millones bajo administración.
“Para Brasil, el escándalo político está más o menos calculado y los inversionistas saben cuáles son los posibles escenarios en el contexto de una inflación a la baja y futuros recortes de tasas”, dijo. “Para Venezuela, me resulta difícil esperar un evento crediticio en el 2017 si el país tiene la liquidez para cumplir tanto con cupones como con próximas amortizaciones”.