(Bloomberg) Randy Hetrick advirtió por primera vez la presencia de falsificaciones en Amazon.com Inc. en 2013. Vendía su equipo de ejercicio TRX Training System desde 2008, y cuando empezó a notar que había imitaciones baratas hizo que sus empleados analizaran Amazon en busca de más, luego se embarcó en el tedioso proceso de denunciarlas para que se las retirara. Pero en el acto volvían a surgir nuevos impostores, y para 2014 “nos dimos cuenta de que era una epidemia”, dijo Hetrick, que estima que las falsificaciones le cuestan US$100 millones por año, el doble que sus ventas anuales.