Reuters.- La policía abatió a tiros el lunes al militante islamista que arrolló con una furgoneta el jueves a una multitud de personas en el centro de Barcelona, acabando con la vida de 13 personas.
En un primer momento, las autoridades no facilitaron la identidad del hombre y solo dijeron que parecía llevar un cinturón con explosivos en el “incidente” ocurrido en Subirats, una localidad cercana a Barcelona.
Asimismo, añadieron que una brigada de desactivación de explosivos estaba usando un robot para acercarse al cuerpo del hombre.
Sin embargo, poco después, los Mossos d’Esquadra -la policía regional catalana- señalaron en Twitter que “confirmamos que la persona abatida en el incidente de Subirats es Younes Abouyaaqoub, autor del atentado terrorista en Barcelona”.
Medios locales indicaron que el hombre fue sorprendido por una mujer al mediodía y que entonces huyó por un viñedo, pero la policía consiguió dar con él y le disparó en un camino próximo a una planta de tratamiento de residuos.
La policía había pedido al resto de Europa que se uniera a la búsqueda del hombre, nacido en Marruecos. Según la versión oficial, escapó de Las Ramblas a pie en medio del caos generado por el ataque y robó un auto, matando a puñaladas a su propietario y logrando evadir un control policial.
Abouyaaqoub, de 22 años, era el único de los 12 sospechosos aún prófugo. Su madre, Hannou Ghanimi, había pedido que se entregara, pues dijo que prefería verlo en la cárcel que muerto.
Hasta el momento han sido arrestadas cuatro personas en conexión con los ataques: tres marroquíes y un ciudadano procedente del enclave norteafricano español de Melilla. Ahora deberán comparecer ante la Audiencia Nacional, un tribunal en Madrid que tiene jurisdicción en casos de terrorismo.
Abouyaaqoub vivía en Ripoll, una localidad en el norte de Cataluña, cerca de la frontera con Francia.
Estado Islámico se atribuyó la autoría del ataque de Barcelona, así como de otro ocurrido horas después en el balneario de Cambrils, al sur de Barcelona.
En las cerca de siete horas de violencia que se iniciaron con el atropello masivo de la furgoneta, los sospechosos mataron a 15 personas: 13 en Las Ramblas, una en Cambrils y al dueño del auto robado. De los 120 heridos en el centro de Barcelona, nueve siguen hospitalizados en estado crítico.
