(AFP) El Senado estadounidense aprobó el jueves nuevas sanciones contra Rusia, así como una inédita disposición que impide al presidente Donald Trump suspender en el futuro cualquier sanción contra Moscú.
Los senadores aprobaron casi por unanimidad esta propuesta de ley que también intensifica las sanciones a Irán. El texto debe ser ahora aprobado por la Cámara de Representantes, donde su futuro es incierto.
Donald Trump, de quien algunos legisladores de su propio partido sospechan que quiere alcanzar algún tipo de distensión con Moscú, podría vetar la ley si es definitivamente aprobada por el Congreso. La Casa Blanca no había tomado oficialmente posición este jueves.
Pero la aprobación por amplia mayoría de las nuevas sanciones en el Senado envía un mensaje inequívoco a la administración: no hay que reducir la presión sobre el presidente ruso Vladimir Putin, quien según los legisladores debe pagar los intentos de Moscú de influir en la campaña presidencial de 2016, así como sus intervenciones en Ucrania y Siria.
La nueva ley busca crear un nuevo procedimiento que autoriza al Congreso a oponerse durante un período de 30 años a la suspensión o anulación por el presidente de cualquier sanción contra Rusia.
Con esta votación, “el Senado reafirma su papel en política exterior”, se felicitó Bob Corker, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de esa cámara.
“Hemos convertido al Congreso y no al presidente en el árbitro final de cualquier suspensión de sanciones”, declaró Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata.
“Tenemos que ser más firmes para oponernos a Irán y pedirle cuentas a su régimen, así como para responder a las provocaciones rusas de los últimos años”, lanzó el jefe de la mayoría republicana, Mitch McConnell.