La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) está a favor del uso medicinal del aceite de cannabis. El cual – acaró – no debe ser confundido con la marihuana.

La presidenta ejecutiva del ente rector, Carmen Masías, se mostró a favor de la propuesta del Ejecutivo, que, a diferencia del dictamen aprobado en la Comisión de Defensa, plantea permitir en un primer momento la importación y comercialización de estos productos para fines medicinales y, luego de un plazo razonable de estudio y análisis, evaluar la pertinencia de permitir la producción nacional.

“La aprobación del dictamen en el Congreso es un primer paso para atender la difícil situación que viven muchas familias peruanas con enfermos que utilizan derivados del cannabis para controlar los síntomas”, mencionó.

Sin embargo, consideró que las autoridades respectivas deberán hacer un registro del número real de potenciales beneficiarios de los derivados del cannabis. “Las estimaciones que hablan de 400 mil o 165 mil beneficiarios puede que no sean tan reales”, indicó.

Agregó que con el fin de atender los casos más urgentes de pacientes que usan el cannabis para aliviar sus síntomas, una alternativa es que la Digemid autorice, en el corto plazo, la importación tanto de fármacos como de extractos de cannabis. “El precio de estos últimos productos está más al alcance de las familias peruanas”, expresó.

Pero no todo se respalda. La jefa del ente rector de la política antidrogas del país expresó su desacuerdo con que se permita el autocultivo de cannabis, como piden algunas voces, debido a los graves riesgos que conllevaría.

Y es que el mayor de estos riesgos es que parte importante de esa producción pueda ser destinada a la venta de marihuana con fines recreativos.

Devida explicó que el aceite de cannabis está compuesto por cannabidiol, una sustancia no psicoactiva que se ha demostrado útil para tratar enfermededades como el autismo, el parkinson, la artritis y algunos tipos de cáncer y epilepsia.