Facebook es la red social con mayor cantidad de usuarios a nivel mundial. Cuenta con más de 1,150 millones de usuarios activos y con quiénes podrías relacionarte.

Pero si se tratara del ámbito laboral, es recomendable tener mucho cuidado, ya que en ella siempre se encontrará a distintos personajes que podrían ayudarte a alcanzar el éxito profesional, así como también alejarte de tus objetivos y arruinar tu imagen personal.

Existen contactos convenientes y necesarios. Por un lado están los que aportan, porque te inspiran, te forman, o te dan información relevante para tu trabajo o el día a día. Asimismo, los que te brindan soluciones instantáneas e información necesaria relacionada a tu entorno social.

También están los que se refieren al ámbito personal, distribuidos entre amigos, familiares, y otros quiénes entretienen con una influencia exterior neutra. Pero hay que tener cuidado porque entre estos pueden surgir los absolutamente inadecuados, quiénes son un riesgo pertinente para la imagen personal y digital.

Lo importante y lo que cada persona debe preguntarse es: ¿Cómo quiero que me vean profesionalmente (mi empresa o relaciones profesionales) y personalmente (amigos y familia) si rastrean y miran mis redes sociales? Una vez obtenida la respuesta, debo rechazar todo lo que no sea compatible con eso y reforzar lo que falte.

Relaciones de etiqueta
Estos son los perfiles de los tipos de personas que existen en tu entorno. De cada uno dependerá a quiénes aceptar o no en tu entorno facebookero:

El motivador. Sus aportaciones te empujan en el día a día. Es una especie de Paulo Coelho.

El intelectual. Es el típico personaje que aporta conocimiento desde diferentes ámbitos poco tradicionales.

El profesional. Publica proyectos, entrevistas y todo material relacionado a su trabajo. Le gusta que sus amigos comenten sus publicaciones y emitan su opinión.

El crítico. Convierte la noticia del día en algo que vale la pena y te invita a debatir.

Contactos neutros. Entre ellos está el que sólo comparte cosas que ve en el muro de terceros, pero nunca material propio.

El demasiado sincero. Quizá sea por la falsa sensación de privacidad o por tener más espacio para escribir, pero hay mucha gente sensata que acaba contando cosas que pertenecen a lo más íntimo o personal. Se corre el riesgo de que años de trabajo profesional puedan irse a la basura por eso.

*El ‘voyeur’.*¡Cuidado! Este solo observa y no emite comentarios ni propone cosas interesantes. Puede estar vigilándote.

El etiquetador. Te etiqueta en todas sus publicaciones para obtener “me gusta” que de otro modo no se producirían.

El egocéntrico. Sólo habla de él y de sus cosas y parece que su vida está llena de actividad.